Se pierden 35 horas por cada uno de los dos cursos de Bachillerato. La obligación de cursar la disciplina religiosa o su alternativa privará a los alumnos vascos de horas lectivas en una de las etapas de mayor calado educativo.
La obligación de cursar la asignatura de Religión o su alternativa en la etapa de Bachillerato va a suponer en Euskadi la eliminación de 70 horas de materias troncales en esta etapa, como Matemáticas, Lengua, Geografía, Biología, Física-Química, Euskera o Ingles. Según el borrador de decreto del currículo de Bachillerato para el curso 2013-2014 elaborado por el Departamento de Educación y al que ha tenido acceso El Diario Norte, la introducción de la alternativa va a conllevar la supresión de 35 horas en cada uno de los dos cursos de Bachillerato, una etapa educativa crucial y la antesala para dar el salto a la Universidad o los ciclos superiores de Formación Profesional.
El borrador del decreto del currículo de Bachillerato es el documento que planifica el curso escolar, marca las directrices a seguir por los centros y el horario lectivo. En total, serán 33 'sesiones' de clase a la semana. Hasta ahora, en Euskadi el alumno que quería cursar Religión debía dar una hora más a la semana, pero el resto del alumnado se iba a su casa al no existir obligatoriedad de seguir una alternativa. Pero ahora la Religión y su alternativa entran en el calendario lectivo sin que se aumenten las horas. Esta medida por lo tanto tiene consecuencia en el resto de las materias, ya que en el mismo horario se incrementa una sesión sin ningún contenido curricular. Su acomodo pasa por restar tiempo a las demás materias.
Cada curso de Bachillerato tendrá 33 'sesiones' lectivas a la semana, pero en la orden de calendario se permite que en las jornadas continuas cuando se impartan seis horas lectivas, las 'sesiones' serán de 60 minutos mientras que los días que se impartan siete sesiones éstas podrán ser de 50 minutos.
Así, el borrador de decreto recoge que se pasan de 32 horas lectivas semanales en el curso 2012-2013 a 33 'sesiones' semanales. Pero esto no significa que se incremente el horario porque hay 'sesiones' a la semana que son de 50 minutos. La consecuencia es que en algunas asignaturas tienen que impartir la misma materia, el mismo contenido, con menos minutos. Por ejemplo: si un alumno tiene Física y Química los tres días que tiene sesión intensiva pierde 10 minutos en cada sesión. Por lo tanto, pierde 30 minutos a la semana de esa asignatura, lo que a final de curso da como resultado 17 horas y 30 minutos. Y eso es lo que puede ocurrir con otras materias, hasta completar las 70 horas en los dois cursos de Bachillerato. Además, el temario que deben aprender los estudiantes no se reduce a pesar de esas pérdidas horarias.
El Departamento de Educación ha tenido que incluir la asignatura alternativa a la Religión en la planificación de Bachillerato del próximo curso tras una derrota en el ámbito judicial. Los tribunales han dado la razón a un recurso presentado por los obispos contra un decreto vasco de 2009 que eliminaba la asignatura alternativa. El Tribunal Superior del País Vasco dio la razón a Educación en 2010, pero el Supremo dictó sentencia en su contra en agosto del año pasado. El anterior Gobierno vasco dirigido por el socialista Patxi López argumentó que había aplicado la sentencia en el actual curso, pero sin modificar la planificación. El caso es que en las aulas todo siguió igual. En cambio, ahora la planificación del curso que ha realizado el actual Departamento de Educación incluye la alternativa dentro del horario de todos los institutos.
Las asociaciones de padres/madres y de directores de la escuela pública se han rebelado contra esta medida, que tachan de “imposición” por los padres y directores de la escuela pública vasca, que ya han adelantado que darán la batalla por una educación laica. Actualmente el número de alumnos que opta por cursar religión es minoritario en todas las etapas educativas. En primaria el porcentaje asciende hasta el 30% de los estudiantes, en secundaria cae al 20% y en Bachillerato se reduce a un 2,7%.
Los obispos esgrimen que la ausencia de actividades alternativas supone una penalización de la Religión y un motivo disuasorio en contra de su elección. "Cualquier clase desprovista de alternativa vinculante", argumentaron en el momento de interponer el recurso, “pierde rango académico y talla numérica. Más aún si, como ha sucedido con mucha frecuencia, los centros han desplazado estas clases a horas marginales dentro del horario escolar".