La Asamblea General de la ONU adoptó hoy una resolución para declarar el 22 de agosto como Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia por Religión o Creencias.
En la 85º reunión plenaria de la 73ª sesión de la Asamblea General, la asamblea invitó a todos los Estados miembros, organizaciones pertinentes del sistema de la ONU y otras organizaciones regionales e internacionales, así como a la sociedad civil, a observar de forma apropiada el día internacional.
La resolución condena en términos enérgicos todos los actos de violencia contra las personas con base en su religión o creencias, así como cualquier acto dirigido contra sus hogares, negocios, propiedades, escuelas, centros culturales o lugares de culto, además de todos los ataques contra y en sitios y santuarios religiosos, los cuales violan el derecho internacional.
La resolución reafirma su condena inequívoca a todo acto, método o práctica de terrorismo y extremismo violento favorables al terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, por quienquiera que lo cometa o en dondequiera que se cometa, sin importar su motivación.
El ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Jacek Czaputowicz, en nombre de nueve países del grupo central que apoyaron el proyecto de resolución, dijo que el mundo ha experimentado un aumento sin precedentes de la violencia contra las comunidades religiosas y los miembros de las minorías religiosas.
Los recientes ataques contra mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, y luego contra comunidades cristianas en Sri Lanka durante el Domingo de Pascua recordaron de forma trágica a la comunidad internacional que la libertad de creencias es un derecho humano fundamental y que el odio hacia los grupos religiosos podría causar el asesinato en masa de inocentes, añadió Czaputowicz.
“El establecimiento del día internacional fue planteado para rendir homenaje a las víctimas y supervivientes que muy a menudo permanecen en el olvido”, dijo el ministro polaco.
“Creemos firmemente que este nuevo Día Internacional ayudará a crear una plataforma inclusiva para que los Estados miembros, organizaciones internacionales y sociedad civil participen en actividades para conmemorar a las víctimas y apoyar a los supervivientes”.
Czaputowicz también expresó la esperanza de que esto ayude a combatir los crímenes de odio y los actos de violencia relacionados con la religión o las creencias y refuerce el diálogo interreligioso.
