El teólogo defiende una reformulación del matrimonio que se base en el amor más que en la procreación y ajustado a la sociedad actual.
Juan José Tamayo animó ayer a los religiosos a legitimar las uniones homosexuales, al tiempo que auguró que estas prácticas reforzarán la «condena y la persecución» de la jerarquía eclesiástica hacia los matrimonios entre personas del mismo sexo. El teólogo participó como invitado en el VII Encuentro Estatal 'Cristianismo y homosexualidad', que congregó a cerca de 70 representantes de asociaciones cristianas de gays y lesbianas, colectivos homosexuales y cristianos de base.
Secretario General de la Asociación de Teólogos Juan XXIII y director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, Tamayo afirmó que la jerarquía católica se afianzará en sus posiciones y agudizará la persecución cuando se extiendan las prácticas religiosas que legitimen las uniones homosexuales.
Apuntó que, a pesar del «inmovilismo» de la Iglesia, desde el punto de vista del pensamiento crítico «se han producido avances importantes» y animó a los religiosos a seguir por este camino, ya que entonces «los teólogos nos encargaremos de valorar y demostrar» que estas uniones no son contrarias a la religión, señaló.
Tamayo defendió la necesidad de emprender una reformulación teológica del concepto de matrimonio, ya que desde el Concilio Vaticano II su fin primero no es la procreación sino el amor, que se ajuste a los nuevos tipos de pareja y experiencias de vida que se producen en la sociedad actual.
«Es fundamentalista»
A su juicio, el matrimonio se entiende como «un proyecto de vida en común basado en el amor entre un cristiano y una cristiana, un cristiano y un cristiano o una cristiana y una cristiana». Por ello, apelar a la Biblia para demonizar los modelos homosexuales es, para Tamayo, hacer una «lectura fundamentalista» fuera de contexto porque cada época configura los modelos de pareja.
El portavoz de la Asociación Cristiana de Gays y Lesbianas de Cataluña (ACGIL), Enric Vilá, aseguró que más de un 50%de los católicos está de acuerdo con la Ley que permite el matrimonio entre homosexuales y dijo que la jerarquía es «contraria a la ciencia», «inmoral e injusta» en su condena a estas uniones. Vilá subrayó que, como cristianos, no tienen por qué renunciar a sus creencias religiosas ya que, a su juicio, «la paradoja no reside en ser cristiano y homosexual sino en ser cristiano y ser homofóbico».
