El parlamentario europeo del PSOE Ramón Jáuregui ha considerado hoy que su partido tenía una "anomalía histórica al no incorporar en su seno al mundo cristiano", que ha quedado resuelta con la próxima incorporación a la Ejecutiva Federal de un miembro de la corriente de los socialistas cristianos.
Jáuregui, en declaraciones a los periodistas antes de clausurar el congreso de la Liga Internacional de Socialistas Religiosos que se ha celebrado en Córdoba, ha calificado de "histórico" el encuentro y ha dicho que esta corriente interna de opinión "más que un grupo de presión, supone una forma de ser socialista".
Ha añadido que dentro del PSOE hay "mucha gente que su interpretación del Evangelio les lleva a una aspiración de solidaridad y justicia social que tienen muchos socialistas".
Además, ha considerado que se trata de un socialismo "muy honesto, auténtico, renovador y comprometido" al que el PSOE "no puede dar la espalda" y que "enriquece a los socialistas".
El eurodiputado ha manifestado que el mundo cristiano es "particularmente comprometido con la solidaridad y la cohesión social" y cuenta con una "larga trayectoria" de acción en favor de la "gente que sufre".
Ha resaltado que la incorporación del mundo cristiano y religioso al ideario socialista es "muy bienvenida" ya que se trata de una aportación "cargada de compromiso y de raíz social".
Por su parte, el miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE Javier Barrero ha afirmado que en el seno del partido "se es consciente de la singularidad, utilidad y eficacia" de la diversidad como un "denominador común de la conciencia social".
Barrero ha reconocido que si el mundo cristiano desaparece de la militancia, el PSOE "tendría menos de la mitad de sus militantes y menos de la mitad de los votos", por lo que cristianismo y socialismo "no son contrapuestos, sino que se compaginan y se complementan".
Durante la clausura del congreso se han expuesto una serie de conclusiones que se elevarán a la comisión de la Ejecutiva Federal del PSOE.
Entre ellas, los socialistas religiosos se han referido a la "responsabilidad" de los partidos socialistas y socialdemócratas en la actual crisis económica al "aceptar parte de los esquemas de la derecha".
Además, consideran que la Iglesia está "más preocupada en no perder influencia en las leyes que en la defensa de los débiles en una sociedad laica", por lo que hacen un llamamiento a las iglesias para que "potencien los aspectos prepolíticos comunes contra una sociedad desigual y a favor de los derechos humanos y la paz".
Finalmente, los socialistas religiosos apuestan por una "economía sostenible" y aseguran que la contribución fiscal es un medio "necesario" para la distribución de la riqueza, por lo que el "elogio" de la reducción de impuestos supone "arrodillarse" ante la cultura capitalista.