IUC Los Realejos propondrá al pleno municipal que apruebe la inclusión del municipio en la Red Estatal de Municipios ‘Por Un Estado Laico’, que incluiría una serie de medidas para favorecer el laicismo y el respeto a todas las creencias en el municipio.
En IUC Los Realejos atendemos a lo que establece la actual Constitución Española, en el sentido de que “ninguna confesión tendrá carácter estatal», y entendiendo que este Ayuntamiento debe velar por el cumplimiento de nuestra Constitución y por el respeto a todas y cada una de las sensibilidades y confesiones religiosas de nuestros vecinos y vecinas.
Desde hace tiempo viene creándose un movimiento de carácter estatal para la configuración de una Red de Municipios por un Estado Laico, y en IUC consideramos necesarios muchos avances en este sentido para lograr que nuestra institución sea verdaderamente laica y plural.
Por ello, Jonás Hernández, concejal y portavoz de IUC, llevará al pleno una propuesta con diez acuerdos para que el Municipio se integré en la Red de Municipios por en estado Laico comprometiéndonos, entre otras cosas, a los siguientes cuestiones:
A que en los espacios de titularidad pública que dependan de este Ayuntamiento no existirá simbología religiosa, salvo aquella que signifique un bien patrimonial e histórico contrastado.
A que los miembros de la corporación local no participen, en el ejercicio de su cargo o de sus funciones, en actos o manifestaciones religiosas.
A no donar, ni facilitar suelo público, ni locales, ni conceder financiación pública o exenciones fiscales municipales a ninguna confesión o institución religiosa.
A asegurar que en los cementerios municipales (que serán exclusivamente civiles) los familiares de los difuntos, sin exclusión alguna por motivos de religión o de convicciones, puedan celebrar las ceremonias y enterramientos que estimen pertinentes en base a sus creencias y convicciones, dentro de la legalidad, higiene y salubridad públicas.
A promover campañas informativas sobre el significado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sobre la libertad de pensamiento y de conciencia y por la tanto de libertad religiosa, y sobre el principio constitucional de que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”.