Pilar Novales liga sus propuestas al laicismo como “valor republicano fundamental”
El grupo municipal de Izquierda Unida ha reiterado la propuesta de que el Ayuntamiento reserve un espacio público para la celebración de funerales laicos. La idea forma parte de un grupo de propuestas de este partido para lograr "un Ayuntamiento laico".
Se trata de una serie de medidas que la portavoz municipal, Pilar Novales, liga al laicismo como "uno de los valores republicanos para construir una sociedad libre". No es casualidad, apunta la concejala, que insista en sus peticiones "en esta semana conmemorativa de la Segunda República". "Forman parte de nuestro programa -añade- una serie de propuestas que pretenden avanzar para que este Ayuntamiento, como administración pública, sea laico, en el siglo XXI".
IU plantea que el Ayuntamiento no done suelo público ni conceda financiación pública o exenciones fiscales para la instalación de infraestructuras o realización de actividades confesionales a ninguna confesión o institución religiosa.
Además, plantea que el Consistorio "no promueva ritos ni celebraciones religiosas de ningún tipo, y facilitará que los funerales civiles, así como cualquier otra ceremonia civil, se celebren dignamente, habilitando un espacio municipal para ello, regulando su uso".
Otra de las apuestas de Izquierda Unida consiste en "incorporar referencias y conmemoraciones de carácter civil a los centros públicos y al callejero municipal y la no participación de los cargos públicos, en calidad de tales, en actos de carácter confesional".
Según la concejala y alcaldable de IU, "en esta ciudad no solamente existe un vínculo estrecho entre Ayuntamiento e iglesia católica (en minúsculas en la nota original), sino que va en aumento y se promociona desde la institución". "Cabe recordar la reciente participación del propio alcalde de Huesca, Luis Felipe, y numerosos concejales en la nueva procesión del Santo Cristo de los Milagros", dice el texto remitido por IU a los medios.
Añade la cesión de un solar al Obispado para la parroquia de San Francisco de Asís "destinada exclusivamente al culto religioso, es decir, sin ninguna finalidad de interés social ni de interés general", afirma.
Argumenta Novales que el derecho a la libertad religiosa es un asunto relativo a "un ámbito privado y personal" por lo que "en ningún caso debe hacerse uso del dinero o de los recursos públicos para subvencionar las actividades confesionales de cualquier religión".
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