Los hechos se produjeron en un hospital de París y en otro de la periferia en septiembre, aunque no se han dado a conocer sus nombres. En ambos casos, el médico iba a examinar a una paciente musulmana que acababa de dar a luz. El marido se abalanzó sobre el ginecólogo, que sufrió golpes y magulladuras. Tuvo que intervenir la policía, y el médico puso una denuncia.
CON VELO EN LA CONSULTA
No es el único síntoma del avance del integrismo detectado en los hospitales. Según el colegio de ginecólogos, cada vez son más las musulmanas que llegan a la consulta cubiertas por el velo y que rechazan hablar con un médico que no sea mujer. Tienen prohibido dirigirse a los hombres. También aumentan las solicitudes de reconstrucción de himen por parte de jóvenes musulmanas antes de ser entregadas por sus padres en matrimonio.
Ante esta situación, el colegio de ginecólogos ha emitido un duro comunicado. "¿A partir de ahora los ginecólogos deberán atender a sus pacientes custodiados por la policía? ¿Deberán desaparecer como los profesores de filosofía?", señalan en alusión al caso del profesor de Toulouse que vive escondido por las amenazas recibidas tras publicar un artículo muy crítico con el islam.