Una declaración oficial del Ministerio califica la libertad de selección de las escuelas católicas como «injusta» y argumenta la propuesta que afectaría a los centros educativos católicos que reciben fondos estatales para su sostenimiento.
Esta reciente iniciativa del Ministerio de Educación impediría que las escuelas católicas subvencionadas pudieran dar prioridad de admisión a los estudiantes católicos, sino que deberían admitir a los candidatos más cercanos geográficamente aunque no profesen la fe católica.
La propuesta se presenta en momentos difíciles para la Iglesia Católica en Irlanda, que registra un clima de animadversión en aumento y un declive en el porcentaje de ciudadanos que se identifican a sí mismos como católicos, pasado de un 84 por ciento en 2011 a un 78 por ciento en la actualidad.