El Gobierno de Irán ha criticado con dureza este miércoles la película 'Inocencia de los Musulmanes', vista por grupos radicales como una ofensa contra el Islam y que ha desatado manifestaciones e incidentes violentos en varios países, y ha condenado el "silencio sistemático" de Estados Unidos ante este tipo de actos, que están destinados, según Teherán, a fomentar la islamofobia.
"Además de sus obligaciones legales, el Gobierno de Estados Unidos tiene la responsabilidad moral de poner fin a esta ola de difusión de la cultura del odio y las ofensas contra los símbolos sagrados islámicos", ha valorado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast.
Asimismo, Mehmanparast ha expresado también la simpatía de su Gobierno con la comunidad musulmana por los sentimientos que ha dañado la película, según ha informado la agencia iraní de noticias FARS.
La cinta ha generado una ola de protestas en el mundo islámico por la representación que ofrece del profeta Mahoma, una figura sagrada para el Islam que termina convertido en 'Inocencia de los Musulmanes' en un personaje mujeriego, un loco y un falso musulmán.
En el marco de estas movilizaciones, grupos islamistas asaltaron el miércoles la Embajada de Estados Unidos en El Cairo y el consulado norteamericano en Benghazi. En este último ataque falleció el embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, así como otras tres personas de la misma nacionalidad.
Además, este miércoles cientos de personas se han concentrado ante la Embajada estadounidense en Túnez para protestar contra la película, manifestación que ha sido disuelta por las fuerzas de seguridad con el disparo de gases lacrimógenos y pelotas de goma.
La película está producida por varios egipcios coptos asentados en Estados Unidos con el respaldo del pastor cristiano Terry Jones, que provocó importantes disturbios en Afganistán en 2010 por llamar a la quema del Corán. Este mismo martes, Jones participó en un juicio simbólico contra el profeta Mahoma con motivo del undécimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
En respuesta a las críticas vertidas contra la película, los actores y el equipo técnico que trabajaron en la misma se han desmarcado este miércoles del contenido de la cinta y han acusado al productor y director, Sam Bacile, de haberles engañado. "Estamos muy apenados por las tragedias que han ocurrido", ha dicho el equipo de la película en el comunicado, recogido por la cadena de televisión CNN.
El equipo implicado en la cinta, unas 80 personas, ha difundido un comunicado para mostrar su "decepción" y señalar como único responsable del contenido a Bacile, al que han acusado de manipulador. Según la versión de actores y técnicos, "reescribió el guión" sin comunicárselo al resto del personal.