La Santa Sede ha reiterado que ha tomado medidas para resolver el problema, pero ni siquiera ha denunciado a los curas pederastas ni a sus encubridores.
El Vaticano, encabezado por el papa Francisco, está más preocupado por la imagen de la Iglesia católica que por las víctimas de pederastia clerical; ningún sacerdote ha sido castigado, al contrario, quien sufrió abuso ahora también vive en el descrédito y humillación, aseguró Sara Oviedo, vicepresidenta del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (ONU).
En el foro "El significado del Informe del Comité de los Derechos del Niño a la Santa Sede y las implicaciones para México", efectuado en la Cámara de Diputados, la socióloga ecuatoriana criticó "la actitud a la defensiva" que ha mantenido la institución eclesiástica ante los cuestionamientos formulados en la ONU.
Aseveró que no se trata de "un asunto contra la Iglesia", sino de hacer justicia; sin embargo, la representación de la Santa Sede en la 65 sesión de la ONU, el 16 de enero pasado, se dedicó a responder con evasivas cuando se le solicitó datos concretos sobre clérigos involucrados en abusos sexuales de niños y niñas.
La Santa Sede ha reiterado que ha tomado medidas para resolver el problema, pero ni siquiera ha denunciado a los curas pederastas ni a sus encubridores ante las autoridades de cada país donde fueron cometidos estos delitos, expuso la doctora Oviedo.
Señaló que la mayoría de los casos de sacerdotes pederastas permanecen sin castigo; mientras que las víctimas han sido desacreditadas y humilladas, pues las autoridades eclesiásticas les impusieron el silencio.
Calificó como "confusa" la forma en que el papa Francisco ha abordado el problema, pues por un lado crea una comisión pastoral para la protección de la infancia, el 5 de diciembre pasado, pero por el otro, la Santa Sede se niega a proporcionar información para sancionar a los sacerdotes pederastas.
Sara Oviedo, vicepresidenta del Comité de los Derechos de la ONU
Archivos de imagen relacionados