El pleno del Ayuntamiento de Tudela aprobó ayer con los votos de UPN, PSN y PP (10) y la oposición de I-E, Tudela Puede y CUP (9) que la corporación municipal salga oficialmente en la procesión de Santa Ana del 26 de julio, aunque lo hará con ausencias importantes. Y es que los grupos de Izquierda-Ezkerra, al que pertenece el alcalde, Eneko Larrarte, Tudela Puede y la CUP ya anunciaron que no participarán oficialmente. De hecho, Larrarte dijo que lo hará con la Comparsa de Gigantes, de la que forma parte. En el pleno faltaron el edil del PP José Suárez y el no adscrito José Ignacio Martínez.
El año pasado, el nuevo equipo de gobierno (I-E, PSN y Tudela Puede) decidió no convocar a la corporación oficialmente por primera vez y asistieron a título personal 15 de los 21 concejales, incluido el alcalde, de todos los grupos, salvo la CUP.
El tema llegó a pleno con una moción de UPN. Pedía elaborar un reglamento de protocolo en base a su borrador (se rechazó); acordar la salida de la corporación en la procesión de Santa Ana con los símbolos de la ciudad (bandera, veneras y vara de mando); y que el reglamento se apruebe antes del “próximo día grande de la ciudad, el Día del Ángel” (rechazado).
Una de las principales diferencias estuvo en que algunos grupos centraron sus intervenciones en el reglamento propuesto por UPN, que no se aprobaba ayer, sino que se proponía como base para elaborar el definitivo. En él se cita como únicos actos oficiales las procesiones de Santa Ana y del Día del Ángel, y a los que acuda la familia real. Además, los grupos que se opusieron a la moción rechazaron la obligatoriedad de asistir a los actos religiosos, según la propuesta de reglamento. En concreto, dice: “los/las corporativos/as tienen la responsabilidad de asistir a dichos actos oficiales y en caso de no asistir deberán excusar su asistencia”.
CUP EN CONTRA Y PP, A FAVOR
El primero en intervenir fue Gustavo Gil, de la CUP, quien se opuso al reglamento de protocolo de UPN porque sólo nombra dos actos (las dos procesiones) y su grupo “quitaría todos los que no organiza el ayuntamiento”. “No apoyamos la exaltación de ceremonias religiosas. Mezclar política y religión no nos parece correcto y sugiere obligatoriedad de asistencia a los concejales cuando debe ser una decisión personal”, dijo.
A favor de realizar un reglamento se mostró Irene Royo (PP), quien dijo que estas decisiones no deben estar sometidas al “alcalde de turno”, sino tener unas normas votadas en pleno. “Debería representar a toda la ciudadanía. Igual no es el de UPN, hay que debatirlo”, señaló.
Críticas de Tudela Puede
Más crítico fue Dani López, de Tudela Puede, que aseguró que llevar una moción de ese tipo a dos días de fiestas le parecía “irresponsable” y que buscaba “generar ruido que la sociedad no necesita”. “Es un ejemplo más de la lamentable oposición de UPN”, añadió.
Afirmó que no está en contra de un reglamento, pero que tiene que ser consensuado. En cuanto a la presencia de la corporación en la procesión, dijo que no es cierta la falta de apoyo institucional que señaló UPN. “No se impide a los concejales que vayan y ahora plantean la obligatoriedad en un acto religioso. La Constitución dice que ninguna confesión religiosa tendrá carácter institucional. Los concejales pueden participar, pero no como corporación”, opinó.
EL PSN, POR MANDATO DE SU AGRUPACIÓN
En cuanto al PSN, socio de I-E, Carlos Gimeno explicó que llevaba al pleno la postura de la Agrupación Socialista de Tudela, “que entiende que el arraigo popular de la misa y la procesión trasciende del hecho religioso y aglutina al conjunto de la ciudadanía tudelana independientemente de sus creencias religiosas”. Sí añadió que su partido reclama la laicidad del Estado y criticó a UPN por proponer un reglamento que no ha hecho en sus 20 años de gobierno.
ACUSACIONES AL ALCALDE DE UPN
El alcalde, Eneko Larrarte, fue duro en su intervención y afirmó que la moción buscaba “utilizar algo tan querido como Santa Ana con objetivos políticos”. “Eso es una responsabilidad importante. El día 26 la protagonista debería ser la patrona, no el alcalde o UPN. Han puesto muy por delante sus objetivos políticos sólo pensando en UPN frente a un acto tan importante como la procesión”, recalcó.
Sobre el reglamento, incidió en la obligatoriedad. “Puede generar colisión con los derechos individuales porque la procesión puede tener connotación popular, pero es un acto religioso. Sobre la obligatoriedad hay jurisprudencia que dice que no cabe para los concejales. Tratar de obligar no sé si menoscaba mi libertad y derechos fundamentales, siempre con el respeto y cariño absoluto al acto, a la patrona y a todos los devotos”, señaló.
Larrarte recalcó que los cargos públicos actúan en representación de todos los ciudadanos independientemente de las creencias. “Para avanzar en la separación de poderes, los concejales de I-E no vamos a acudir oficialmente. Cada uno lo hará en función de su conciencia a título individual y yo desde el lado más popular y folclórico (con los gigantes)”, indicó.
UPN:» NO HABLAMOS DE OBLIGATORIEDAD»
Carlos Moreno (UPN) señaló que presentaron la moción “a la vista de la falta de apoyo institucional en los últimos actos importantes para la ciudad, como el Día del Ángel y las últimas fiestas patronales en el día de Santa Ana”. Luego insistió en que la moción no nombraba la palabra obligatoriedad ni la religión en ningún momento y que buscaba “dar importancia a la institución sin entrar en lo religioso ni la obligatoriedad”.
Algo que llamó la atención en el pleno de ayer fue que el alcalde, Eneko Larrarte, se negó a convocar oficialmente a la corporación y delegó hacerlo en el primer teniente de alcalde, el socialista José Ángel Andrés. “Si hay voluntad de este pleno de ordenar, de tratar de obligar a salir en cuerpo de ciudad y puesto que yo no tengo claro que no se menoscaben mis derechos fundamentales al obligarme a tener que convocar a la corporación a este acto religioso, como lo que queremos es que la procesión no esté bajo el manto del conflicto político delegaré la competencia en el primer teniente de alcalde para que él la convoque”, dijo.
Esto generó las críticas de su socio de gobierno, a través de su portavoz, Carlos Gimeno. “El PSN va a asumir su responsabilidad si lo plantea así, pero no lo plantee implícitamente, sino explícitamente para hacerlo todo bien y tener la seguridad jurídica. Pero también le traslado una pequeña critica porque es como si el rey Felipe VI en este proceso tan complicado abdicara temporalmente para luego volver a recoger sus competencias una vez formado gobierno”, afirmó.
Larrarte respondió que delegaría tras el pleno -así lo hizo y José Ángel Andrés envió la convocatoria a los concejales, que incluye un error al poner San Ana-, y afirmó: “¿Retirarme cuando las cosas vienen mal dadas? He intentado explicar la colisión de derechos que creo que puede existir. No me caracterizo por retirarme cuando las cosas vienen mal dadas y viene dado porque creo que hay una obligatoriedad si hay mandato de este pleno para convocar a una institución civil a un acto religioso. Y por eso lo hago”, afirmó.