Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

“He sido declarado apóstata por mi visión del Corán”

Nazar Abu Zayd, teólogo islámico, experto en historia del Corán

Tengo 66 años. Nací en el delta del Nilo y vivo en Holanda. Soy doctor en Teología Islámica por la Universidad de El Cairo y catedrático de Humanidades e Islam en la Universidad de Utrecht. Estoy casado y no tengo hijos. Soy librepensador de izquierdas. Soy musulmán.

Es usted un musulmán reprobado, ¿no?

Soy musulmán, desde luego. Pero para algunas personas de mi país, soy un apóstata.

 Es decir, un infiel.

Esas personas sostienen que yo he dejado de ser musulmán por mis ideas: sostienen que un musulmán que dice las cosas que yo digo deja de ser musulmán.

¿Y qué enormidad ha dicho usted?

Que el Corán es obra de Dios a través de Mahoma, y que siendo Mahoma un hombre nacido en un tiempo, un espacio y una cultura…, podemos leer el Corán también con mirada de historiador.

¿Y qué tiene eso de pecaminoso?

Muchos musulmanes consideran blasfema toda lectura historicista, etnológica, antropológica o cultural de los textos coránicos. Para ellos, son divinos ¡y punto!

¿Lo son para usted?

Lo son, ¡pero apreciar sus aspectos humanos no erosiona mi fe en su divinidad! Yo no vivo eso como un conflicto, en absoluto.

¿Le han castigado sus críticos por ello?

Un poderoso colega de la Universidad de El Cairo agitó una campaña contra mí. Con éxito, porque se trata de una persona mediática e influyente, con autoridad…

¿Con qué consecuencias para usted?

Me denunció en la mezquita, consiguió que mi caso fuese a los tribunales y hubo fallo: ¡se me ha declarado apóstata! Y, por apóstata, se declaró nulo mi matrimonio…

¡¿Por qué?!

Porque está prohibido que una mujer musulmana esté casada con un hombre no musulmán.

Perdóneme, pero todo esto me parece delirante…

Bueno, mi mujer les dijo que se fuesen a la porra, que ella seguiría siendo mi esposa… Ella también es profesora. Y nos pareció interesante venirnos a Europa: ahora vivimos y trabajamos en Holanda.

No me extraña.

Estamos muy bien. Y, eso sí, vamos de vacaciones a Egipto. Confiamos en que algún día estas cosas se suavicen…

Su caso no ayuda a confiar en el islam.

 ¿Por qué? Hay una rica diversidad de miradas islámicas: ¡no se quede con la más cerril! Eso procuran los extremistas de oriente ¡y de occidente!: que usted tenga miedo.

¿Qué ganan con mi miedo?

Bombardear e invadir países musulmanes ¡y quea usted le parezca justo! ¿Quién debería tener miedo a quién? Qué cínico es decir que temes a otro mientras lo machacas…

Tiene gracia que lo diga usted…

Lo digo porque sé que el miedo lleva al extremismo, y el extremismo al miedo.

¿Qué diría Mahoma hoy?

Uf, es una ucronía gratuita… Amí me consterna que muchos vean al islam como religión agresiva, siendo hermosa y admirable.

¿Sí? ¿Cuál es su esencia?

Principios éticos escritos en hojas de palma, huesos y piedras conformaron en el siglo VII un monoteísmo purificado con respecto al judaísmo y al cristianismo.

Purificado ¿en qué sentido?

Dios no tiene rostro. El cristianismo, con su dios trino, viene a ser un politeísmo…

¿Es el islam más rigorista?

No: poetas islámicos han cantado al vino, las mujeres, el amor, la belleza, los placeres sensoriales… ¡Porque nada de eso es incompatible con el Corán!

¿Qué me dice del machismo, del velo..?

 Mahoma jamás gritó a ninguna de sus mujeres. Hay indicaciones de igualdad entre hombre y mujer en el Corán. Y de guardar cierto pudor en la exhibición del cuerpo, tanto hombres como mujeres. Pero nada se prescribe sobre llevar velos en la cabeza.

¿Entonces?

Es una costumbre. Y la defiendo como derecho social. Pero la rechazo como obligación religiosa o como prohibición legislativa: lo uno y lo otro es antiliberal e intolerante.

¿Qué hace usted si entra en su clase una chica con velo?

En El Cairo algunas venían completamente cubiertas: les dije que hicieran lo que quisieran, pero que yo no las evaluaría si no me mostraban su rostro y me hablaban.

O sea, que el Corán no impone nada.

Da mucho margen. Del Corán podemos hacer lecturas teológicas, filosóficas, místicas y jurídicas. De los 6.000 versos del Corán, ¡sólo 500 son estrictamente jurídicos! Pero hoy es hegemónica la lectura jurídica, en un desgraciado reduccionismo.

Que se lo digan a usted, ¿eh?

Soy peligroso para los que aspiran a guardianes de la divinidad, de la verdad coránica.

Sucede en todas las religiones…

Se quiere secuestrar el relato, reducirlo a un solo sentido. ¡Lo valioso es la potencia del relato para inspirar algo en cada época!

Pero el fundamentalismo existe.

Sí: consiste en creer que existe una lectura originaria de un texto sagrado, la buena. ¡Qué error!: todo texto es contexto histórico, dialéctico. Dios necesita de un idioma humano para comunicarse con humanos.

¿Qué le diría a un fundamentalista?

Que el islam alcanzó su máxima cota civilizatoria mediante la composición multicultural, multiétnica y multirreligiosa de los reinos omeya, abasí, fatimí y andalusí.

¿Y qué le diría a Occidente?

Que su actual progreso científico y tecnológico sería inexistente sin tantos musulmanes que preservaron y propalaron el ingente conocimiento de las antiguas culturas.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share