Los cadáveres de seis personas han sido encontrados en un santuario sufí de la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, con una nota supuestamente escrita por los talibán para reivindicar su ejecución por haber visitado este recinto religioso, ha informado la Policía.
La mayoría de los paquistaníes son sufíes, una vertiente del islam centrada en la relación personal con Alá. Los talibán son seguidores del islam wahabí, que rechaza muchas de las prácticas de los sufíes, incluido el rezo en los santuarios.
La violencia sectaria está experimentando una tendencia al alza en todo Pakistán, donde en 2013 se registraron dos atentados con bomba en sendos santuarios sufíes en la provincia de Sindh.
Los seis cadáveres han sido encontrados en el santuario de Karachi este martes por la mañana, con una nota reivindicativa de los talibán paquistaníes, ha informado a Reuters un alto mando policial. "Las personas que visitan los santuarios afrontarán el mismo destino", han asegurado los talibán en su mensaje, según ha explicado la misma fuente.
Dos de los hombres murieron decapitados mientras el resto tenían sus lenguas cortadas, ha afirmado el mando policial. Los talibán paquistaníes son responsables de la mayor parte de las acciones violentas registradas en Karachi, donde ya se han registrado ejecuciones anteriormente.
El mulá Fazlulá fue elegido como líder del movimiento talibán paquistaní en noviembre de 2013 y es famoso por haber dirigido varias ejecuciones en masa por decapitación. El sufismo es una vertiente no violenta del islam que está caracterizada por rituales hipnóticos y el misticismo y que se ha practicado en Pakistán desde hace varios siglos. Los talibán consideran a los sufíes como herejes que merecen morir.