Sarkozy argumenta que la prohibición protegerá la dignidad de la mujer y la laicidad La iniciativa pretende frenar a otros líderes de la derecha y afectará a unas 2.000 mujeres
A pesar de las reservas en el reciente dictamen del Consejo de Estado, el Gobierno francés piensa prohibir el uso del velo integral en todo el espacio público y no solo en los servicios. Así lo adelantó ayer el portavoz del Ejecutivo, Luc Chatel, tras el Consejo de Ministros presidido por Nicolas Sarkozy. Un proyecto de ley debe ser aprobado en mayo para que la Asamblea Nacional y el Senado lo examinen antes de verano.
Chatel no dio datos sobre qué tipo de castigo se aplicará a las mujeres con niqab, pero fue claro en la nueva línea decidida por Sarkozy y su primer ministro, François Fillon: «La prohibición del velo integral debe ser general, en todo el espacio público, porque la dignidad de la mujer no se divide». «El presidente de la República y el primer ministro han pedido a todos los miembros del Gobierno que se movilicen sobre este punto», añadió el portavoz, en una indicación sobre cuáles son las nuevas prioridades políticas.
EVITAR LA ESTIGMATIZACIÓN / «El segundo principio natural es que se debe hacer todo para que nadie se sienta estigmatizado a causa de su fe o sus prácticas religiosas», precisó al mismo tiempo Chatel en previsión de las probables críticas de la izquierda y las asociaciones musulmanas por una ley mucho más restrictiva de lo que se preveía al principio. Según este portavoz, el Gobierno presentará el proyecto de ley «después de haber consultado a los partidos y grupos políticos y, naturalmente, a las autoridades morales y religiosas».
Con esta iniciativa Sarkozy pretende atajar cualquier posibilidad de que otras figuras de la derecha, como el presidente del grupo parlamentario de la Unión por un Movimiento Popular, Jean-Franços Copé, sigan abanderando la campaña antivelo integral. Además, quiere enviar un mensaje a los electores que se le escaparon en las últimas elecciones regionales de marzo votando a la ultraderecha del Frente Nacional.
La influyente Unión de Organizaciones Islámicas en Francia ya ha denunciado, durante el debate que se arrastra desde hace casi dos años, un sentimiento de islamofobia. Se calcula, según el propio portavoz gubernamental, que en Francia hay unas 2.000 mujeres que usan habitualmente niqab, el velo integral que solo deja ver los ojos. En cambio, el burka afgano tapa incluso los ojos con una rejilla de tela.
RECOMENDACIÓN ANTERIOR / En la actual Asamblea Nacional se han sucedido las tentativas de legislar la cuestión, pero la división en las filas de la derecha ha provocado que hasta ahora no hubiera ningún proyecto de ley. Una comisión, de la que desertaron los socialistas, preconizó en enero condenar con una resolución el uso del velo integral como contrario a los valores de la República. Y recomendó su prohibición en administración, hospitales y transportes públicos. No fue más allá porque temía chocar algún día con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. En Bélgica, sin embargo, hoy los diputados pueden convertir su país en el primero con una prohibición total.
La medida corre el riesgo de ser declarada inconstitucional
La repentina urgencia de esta ley no se detiene ante su posible inconstitucionalidad, como advirtió el Consejo de Estado. Esta institución francesa considera que la prohibición total del velo integral podía llevar a «serios riesgos» y «fuertes incertidumbres». Es decir, que podía ser tumbada posteriormente por el Consejo Constitucional de este país por chocar con «el principio de autonomía personal», aunque buscara la protección de la laicidad.
El Gobierno, por tanto, no tiene en cuenta que se le ha aconsejado limitar la prohibición a los servicios públicos que necesiten de verificaciones de identidad o edad y por razones de seguridad: administración, bancos, salidas de las escuelas, cines, discotecas, manifestaciones deportivas o conferencias internacionales.