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Francia, uno de los países más laicos del mundo

Francia, donde el papa Benedicto XVI inició este viernes una visita de cuatro días, es uno de los países más estrictamente laicos del mundo y que discute con más pasión el lugar de la religión en la sociedad.

Inscrito en el primer artículo de la Constitución de 1958, el principio de la separación de la Iglesia y el Estado es definido como "uno de los pilares de la República". "Francia es una república indivisible, laica, democrática y social", estipula el artículo.

El laicismo francés tiene su base en una ley de 1905 que precisa que la república "no reconoce ni financia ningún culto", pero concede al ciudadano el derecho a practicar o no practicar una fe.

El siglo XX estuvo lleno de polémicas, a veces violentas, sobre la manera de interpretar ese principio laico, sobre todo en la enseñanza.

La llegada al poder de Nicolas Sarkozy en 2007 supuso un giro en el discurso de los dirigentes políticos franceses sobre la religión, al poner sobre la mesa el concepto de "laicismo positivo".

En una visita al Vaticano que hizo en diciembre, Sarkozy afirmó que tal concepto permitía ver las religiones más como "una ventaja" que "un peligro" y reivindicar las "raíces cristianas" de Francia.

Un mes más tarde, en un viaje a Riad, Sarkozy volvió a referirse al tema al sostener que "en la transmisión de valores y en el aprendizaje de la diferencia entre el bien y el mal, el profesor nunca podrá sustituir al cura o al pastor", suscitando amplias protestas de los medios laicos.

Con estas tesis, Sarkozy quiere dar cabida a las religiones en el espacio público y político, y promover un laicismo más abierto sin tocar el estricto principio de la separación entre Estado e Iglesia.

Concebido inicialmente como una manera de contener a la Iglesia católica, el laicismo francés tuvo que adaptarse al desarrollo de otras religiones en Francia, sobre todo al Islam, convertido en la segunda religión de Francia gracias a la inmigración.

Acogiéndose al principio laico, Francia promulgó en 2004 una polémica ley prohibiendo la exhibición de cualquier signo religioso en la escuela, entre ellos el velo de las muchachas musulmanas.

Aunque el catolicismo sigue siendo de lejos la primera religión en número de creyentes, Francia acoge además una gran comunidad musulmana y otra judía.

En Francia hay 35 millones de personas bautizadas. Un sondeo difundido el año pasado por la revista Le Monde des Religions mostró que un 51% de los franceses se considera católico, frente a 80% a principios de los 90.

De este porcentaje, sólo el 10% asiste regularmente a misa.

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