Bajo el seudónimo de Laurent Valogne, un experimentado profesor de francés de 55 años, acaba de firmar un libro titulado “Estas pequeñas renuncias que matan” (Ed. Plon). Asociado de letras, describe esta lenta interferencia de los símbolos religiosos en las escuelas de Francia, creyendo que la Educación Nacional ha “cerrado los ojos” demasiado tiempo ante el ascenso del islamismo en las escuelas.
La Dépêche: Aceptó testificar de forma anónima, como un experimentado profesor de francés en los suburbios parisinos, en un impactante libro titulado “Ces petits renunciations qui tuent”. Un libro que da testimonio del auge del islamismo en la escuela de la República. ¿En qué estado de ánimo te acercas a este nuevo año escolar?
laurent valogne : Con mucha insatisfacción aunque amo mi trabajo y estoy encantada de encontrar a mis alumnos. El Ministro de Educación Nacional ha anunciado la contratación de trabajadores subcontratados para suplir la falta de docentes. Se formarán de improviso, en cuestión de días, lo cual es espantoso. Esta forma de reclutar no augura nada bueno y demuestra que nuestros líderes están desconectados de la realidad. Estoy alarmado por la insuficiencia de esta burocracia que solo se enfoca en la gestión del flujo. En Francia hay una crisis vocacional porque la profesión de maestro es despreciada en la opinión pública y mal pagada.
Este libro se hace eco del famoso informe Obin, publicado en 2004 y que ya dio la voz de alarma sobre la intromisión de símbolos religiosos en las escuelas. Casi 20 años después, ¿nada ha cambiado?
Desde 2004, existe la ley sobre la prohibición de los símbolos religiosos ostentosos y, en particular, el desarrollo de una carta de laicismo. Las autoridades no permanecieron inactivas. Pero ha habido una especie de apatía incomprensible con respecto a cómo han evolucionado las cosas. Y la conmoción fue, por supuesto, el asesinato de Samuel Paty, en octubre de 2020, en Conflans-Sainte-Honorine. Este libro es un enfoque de lo que está sucediendo en ciertas escuelas. Hay, en algunos lugares, hechos religiosos que prevalecen. es indiscutible Pero ojo, ¡estos pequeños esguinces no significan que demos clases frente a nosotros con archivos S! El propósito de este libro es enfocarse en el comportamiento desviado y no meter la cabeza en la bolsa para no ver nada.
¿Cuáles son esos famosos esguinces que has observado, citados en este libro?
Hay una desconfianza frente al discurso científico, el darwinismo, durante la evocación del Holocausto en el transcurso de la historia donde este evento es interpretado con dudas. Estos signos también son visibles en la vestimenta de algunos estudiantes que visten un alba bastante largo. Escuchamos comentarios como: “¿Por qué no enseñas el conflicto palestino-israelí o la esclavitud?”. De hecho, algunos alumnos experimentan la enseñanza ofrecida como una injusticia porque, según ellos, se habla demasiado de la historia de los judíos. Tienen una gran desconfianza hacia los medios oficiales y se encuentra entre ellos una filiación con teorías conspirativas. El conocimiento que transmite la escuela no es necesariamente autoritativo cuando el entorno familiar, social y mediático de estos alumnos contribuye a esta desconfianza. De ahí la necesidad de formar docentes y no contentarse con contrataciones livianas. Porque hay que saber explicarle a un estudiante por qué el antisemitismo entra dentro del ámbito de la ley.
Morir por haber hecho su trabajo, por haber mostrado caricaturas de Mahoma, ¿cómo es eso posible hoy?
Esta tragedia fue una cadena de eventos. Samuel Paty se encontró solo con la institución. La conmoción fue terrible y vertiginosa en las redes sociales y al mismo tiempo la Educación Nacional practicaba la política del avestruz. Las autoridades no tomaron la medida del problema, lo habían minimizado. Pero hoy, las líneas se están moviendo. El problema es que todavía hay demasiadas disparidades en las escuelas. Dependiendo de los principales, el problema de los signos de radicalización religiosa puede minimizarse o tomarse muy en serio. Necesitamos una línea clara. No puedes cerrar los ojos todo el tiempo. Tenemos una ley sobre el laicismo que es muy clara. No se trata de atacar al Islam sino simplemente de señalar ciertos excesos. Sin dejar este debate en manos de la extrema derecha que lo aprovecha para sembrar la confusión.
¿Alguna vez te has censurado para no tener que lidiar con posibles problemas?
No, pero hay debates que acerco con pinzas. Cuando enseñamos a Voltaire, contextualizamos situando al autor en evolución en una monarquía de derecho divino donde es necesario aprender a ir más allá del primer grado de estos textos desarrollando el espíritu crítico del alumno que lo prepara para desarrollar un pensamiento y una reflexión personal.
¿No hay por parte de algunos jóvenes, sensibles a las sirenas del radicalismo religioso, una incomprensión de la noción de laicismo francés?
El laicismo en nuestro país es específico de Europa. El problema viene por el hecho de que un gran número de estudiantes toman esta ley como una ley hostil a su religión cuando es todo lo contrario ya que permite la libertad de culto, de conciencia y de expresión. El laicismo permite la práctica de cualquier religión. En el recinto escolar y en el espacio público hay una neutralidad impuesta pero que no significa hostilidad. El principio de mi testimonio, en este libro, es volver a poner sobre sus cimientos el laicismo, en el sentido republicano del término. El defendido por Jean Jaurès.
