Tercer Congreso de Feminismo Islámico organizado por la junta Islámica Catalana
Feministas islámicas se plantean cuál puede ser su contribución a la construcción de una nueva sociedad civil planetaria, basada en la cultura de los derechos humanos y en valores centrales del Corán. Ese será el tema central del tercer Congreso de Feminismo Islámico, que se celebra durante tres días en Barcelona, y en el que intervendrán personalidades como la Ministra Siria para los Refugiados y candidata al Premio Nóbel de la Paz, Bouthaina Shaaban, y la Baronesa Uddin, la primera mujer musulmana en entrar en la Cámara de los Lores en Gran Bretaña.
El objetivo de estos Congresos de Feminismo Islámico, que comenzaron a celebrarse en el 2005, es visualizar el feminismo islámico como un elemento emergente presente en todos los países islámicos y que trabaja desde dos perspectivas: la intelectual y el activismo contra la discriminación.
Ya en el segundo Congreso se afrontó la problemática de determinados códigos discriminatorios para las mujeres. Así, el feminismo islámico manifestó su oposición a la implantación de una codificación de la Sharia o Ley Islámica que se remonta al siglo X, y que “pretende imponerse como si fuese una verdad inamovible y que en la práctica no significa otra cosa que violencia contra las mujeres”, como recordó Abdennur Prado, miembro de Junta Islámica Catalana, para concluir que las "formas de violencia que se practican en nombre de la religión no son islámicas, sino culturales. La violencia contra las mujeres no tiene ninguna base religiosa”
Este año, el feminismo islámico pretende ir un paso más allá y plantear su problemática en el contexto general de la globalización, ya que, asegura Abdennur Prado en declaraciones para AmecoPress, “es poco efectivo enfocar los problemas de un modo parcial. Patriarcado, fundamentalismo religioso y neoliberalismo forman una alianza que es clave para entender los problemas que sufren las mujeres islámicas. Si desligamos esos factores, podemos realizar un diagnóstico equivocado o incompleto.”
Durante el Congreso, se darán a conocer la campaña contra la lapidación en Irán, la lucha por la participación política de las mujeres en la Península Arábiga, o las estrategias para la mejora de los derechos de las mujeres musulmanas en países como Marruecos, Senegal, Pakistán o Malasia. Participarán una veintena de ponentes provenientes de Marruecos, Siria, Omán, Arabia Saudí, Pakistán, Irán, India, Senegal, Malasia, Indonesia, EEUU e Inglaterra. “Buscamos distintas perspectivas”, asegura uno de los impulsores del evento, “es fundamental visualizar la diversidad.”
El feminismo islámico es uno de los rostros del feminismo global, que reivindica la igualdad de género y lucha contra el patriarcado, exigiendo una lectura no machista del Corán. “Y desde esa perspectiva,” explica Abdennur Prado, “vemos que es necesario ir un poco más allá y no perder de vista el contexto global y el momento en el que vivimos, donde estamos viendo que gran parte de los líderes religiosos y políticos de los países musulmanes no están contestando a las presiones que están sufriendo las poblaciones por el neoliberalismo imperante.”