La Iglesia católica está contenta con la presencia de la asignatura de religión en la reforma de la educación impulsada por el Gobierno. En un documento, los obispos españoles han precisado cómo debe impartirse. La enseñanza religiosa "no puede reducirse a un mero tratado de religión o de ciencias de la religión, como desean algunos; debe conservar su auténtica dimensión evangelizadora de transmisión y de testimonio de fe", dice el texto.
En concreto, establecen que su estudio brinda al alumno creyente "motivos para vivir", le ofrece "valores morales a los que adherirse" y le indica "caminos para orientar su comportamiento".
Valores morales, evangelización, caminos para orientar… son formas de definir el adoctrinamiento, en este caso con los valores de la Iglesia católica.
Pero hubo un tiempo en que la palabra adoctrinamiento tenía una connotacion claramente negativa para la Iglesia y el PP. Era cuando el Gobierno de Zapatero puso en marcha la asignatura Educación para la Ciudadanía. En 2006, el cardenal Antonio Cañizares dijo que la asignatura podía ser el medio para que el Estado "imponga una formación moral al margen de los padres y los centros educativos".
En la misma línea Mariano Rajoy dijo: "Supone la pretensión de nuestro Gobierno de imponer una asignatura que tenga como objeto configurar un modelo determinado de ciudadano. Sería un grave error".
Conclusión: adoctrinamiento, mal; evangelización, bien. Diferencia entre los dos conceptos: escasa o nula.
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