En la reunión, representantes de la asociación estatal Europa Laica reclamaron a José María Contreras, la igualdad de trato por parte del Estado a todas las convicciones y creencias, anulando cualquier tipo de privilegios, y la libertad de conciencia de todos los ciudadanos y ciudadanas.
El contenido de la reunión, según informa la asociación en un comunicado, ha gravitado sobre la reforma de la actual Ley de Libertad Religiosa, anunciada el martes por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un encuentro con el grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados.
Europa Laica desea que la nueva ley signifique una modificación profunda de la actual Ley de Libertad Religiosa de 1980 y la derogación de los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede de 1976.
El colectivo considera que ambas 'dan cobertura a la aplicación de las normas morales de la Iglesia católica al conjunto de la ciudadanía e instituciones del Estado, vulnerando el mandato constitucional de que ninguna religión tendrá carácter estatal'.
Sin embargo, dice el comunicado, Contreras ha afirmado que el texto que prepara su departamento respetará dichos Acuerdos.
Europa Laica también ha expresado su temor a que la reforma anunciada 'convierta a España en un estado multiconfesional, donde lejos de eliminar los privilegios de los que goza la Iglesia católica, el Estado los extienda al resto de confesiones religiosas, especialmente las monoteístas (islámica, evangélica y judía)'.
La Asociación reclama que la futura ley contemple la eliminación de los símbolos religiosos de los centros de educación pública, hospitales públicos, cuarteles y demás edificios oficiales y espacios de titularidad pública.
En este sentido, ha expresado su deseo de que no se vuelvan a repetir imágenes como las de la reciente toma de posesión de los nuevos ministros del Gobierno, con un crucifijo y una Biblia presidiendo la ceremonia.
Así mismo, Europa Laica ha recordado la existencia de la enseñanza religiosa confesional en todos los centros educativos, impartida por catequistas pagados por el Estado, algo que nada tiene que ver con una formación que incluya lo religioso como un aspecto más de la filosofía, sociología e historia, y ha denunciado el incremento de la financiación por parte del Estado de los centros educativos de ideario católico.
