¿Se imagina al Gobierno desamortizando la Mezquita de Córdoba? ¿Se imagina que este inmenso templo hoy católico "deje de ser un lugar de culto religioso para convertirse en un espacio exclusivamente civil"? Es difícil imaginarlo pero es lo que pide Europa Laica, que esta mañana ha iniciado una campaña a nivel nacional con la Mezquita de Córdoba como símbolo.
Lo que Europa Laica pretende es que se supriman de la Ley Hipotecaria los artículos 206, 304 y el 4 . Gracias a este reglamento, la Iglesia Católica ha inmatriculado a su nombre miles de inmuebles en toda España de los que hasta mediados de la pasada década no era titular. El más significativo de todos: la Mezquita de Córdoba. El 2 de marzo de 2006 y gracias a estos artículos de la Ley Hipotecaria (que entre otras cosas permite que un obispo diocesano pueda dar fe como un funcionario para inscribir a nombre de la Iglesia bienes e inmuebles), el Obispado de Córdoba acudió al Registro de la Propiedad, pagó 30 euros y registró a su nombre la Mezquita de Córdoba. Hasta entonces, este inmenso monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1984, construido en el año 786 y conquistado por Fernando III en 1236 no tenía propietario.
La Iglesia inmatriculó a su nombre la Mezquita de Córdoba usando un curioso argumento. Según consta en el documento del Registro de la Propiedad, después de que Fernando III ocupara en 1236 la ciudad de Córdoba y entrara en la Mezquita, las autoridades religiosas de la época ejecutaron un rito: "La ceremonia de trazar con el báculo sobre una faja de ceniza extendida en el pavimento [del interior de la Mezquita] en forma de cruz diagonal las letras de los alfabetos griego y latino fue la expresión litúrgica y canónica de la toma de posesión por parte de la Iglesia". Después de eso, la Iglesia Católica ya disfruta del "pleno dominio" de una finca de 20.396 metros cuadrados que alberga en su interior una de las mayores y más antiguas mezquitas del mundo.
Pero la petición de desamortización "u otra figura jurídica adecuada" que pide Europa Laica se sustenta también porque desde que la Iglesia pagó esos 30 euros en el Registro de la Propiedad las arcas públicas no han visto un euro más por la explotación de un inmueble que no sólo es religioso. De hecho, la Mezquita de Córdoba recibe cada año la visita de 1,2 millones de turistas. Los que no son nacidos en Córdoba o su provincia, o no asisten a cultos religiosos (como la misa matutina), tienen pagar ocho euros de entrada. Este tícket está exento de impuestos, ya que se considera su abono como una donación al Cabildo Catedralicio, que es quien gestiona y explota económicamente el inmueble. Además, la Iglesia tampoco paga el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI), "a pesar de que no sólo dedica la Mezquita al culto religioso", explicó el presidente de Andalucía Laica, Manuel Navarro.
La batalla por la Mezquita de Córdoba arranca desde muy atrás. Hace años, algunos colectivos musulmanes, como la Junta Islámica de España, pedían que el culto religioso en la Mezquita de Córdoba fuera compartido y se declarara al templo como ecuménico (siguiendo el modelo de la Catedral de Santa Sofía en Estambul). La reacción de la Iglesia Católica fue de todo menos conciliadora. El obispo actual de Córdoba, Demetrio Fernández, ha rechazado de plano todas estas posibilidades. "Culto compartido significa váyanse ustedes de aquí", asegura, siempre que es preguntado por esta posibilidad. De hecho, el obispo defiende a ultranza que el edificio siga siendo un templo católico. Tanto lo defiende que de una forma progresiva ha comenzado a desaparecer el nombre de Mezquita en todo el monumento y a ser sustituido por el de Santa Iglesia Catedral. De hecho, los turistas que compran un tícket para entrar en el inmueble comprobarán que no están entrando en la Mezquita de Córdoba sino en la Catedral de Córdoba antigua mezquita aljama (así, en minúscula). Las visitas nocturnas a la Mezquita también resaltan de una forma tremenda todo lo católico y cristiano y apartan casi hasta perder el rigor histórico el pasado musulmán. De hecho, el obispo ha llegado a defender que la Mezquita de Córdoba no es arte islámico, sino cristiano ya que los artesanos que participaron en su construcción eran bizantinos.
El presidente y portavoz de Europa Laica, Francisco Delgado, admite que la campaña que acaban de iniciar no va a ser ni corta ni fácil, sino todo lo contrario. De momento, se centrarán en conferencias, ponencias y artículos en prensa y plantearán futuras movilizaciones para más adelante. Su objetivo es sumar adhesiones y ya han conseguido una importante. Esta mañana, el colectivo Prometeo (el círculo de pensamiento promovido por Julio Anguita) ha mostrado su apoyo a esta campaña para conseguir que la Mezquita de Córdoba tenga un uso civil. Y lo ha hecho a través de su portavoz en Córdoba, Juan García, que ha hablado de "usurpaciones" de la Iglesia y de que "no pagan impuestos" como el resto de ciudadanos.
El debate sobre la Mezquita de Córdoba es casi tan antiguo como el propio edificio. Desde la conquista de la ciudad y hasta bien entrado el siglo XVI, el culto católico se realizaba en el interior de la Mezquita, que permanecía inalterada. Durante el reinado de Carlos V, se construyó en su interior una catedral renacentista que hoy sobresale en el centro mismo de la antigua Mezquita. En esa época, la entonces autoridad municipal tuvo un enorme enfrentamiento con la autoridad religiosa. Los laicos se negaban a intervenir en el monumento. Finalmente, medio el rey y autorizó la construcción de la Catedral. Años después, Carlos V regresó a Córdoba y al ver el objeto de su decisión reprechó al Cabildo: "Habéis destruido lo que era único en el mundo y habéis puesto en su lugar lo que puede verse en cualquier parte".
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