El cierre de las capillas universitarias vuelve a estar en el punto de mira ante la petición de los jóvenes socialistas que insisten en que las creencias religiosas deben mantenerse en casa.
Las Juventudes Socialistas de Asturias han recogido el guante lanzado la pasada semana por Europa Laica, que, reclamó “el cierre de capillas y centros de culto en universidades públicas” y han exigido el cierre de la capilla de la Universidad de Oviedo.
Esta capilla se encuentra ubicada en el edificio histórico de la ovetense calle de San Francisco y, según han explicado desde la cantera socialista del Principado, esta iniciativa consiste en recoger firmas a través de Europa Laica para lograr la clausura de las 33 capillas de confesión católica existentes en las 64 universidades públicas españolas.
La secretaria general de la organización juvenil, María Vallina, “las creencias religiosas son muy respetables, pero son una cuestión perteneciente al ámbito privado y personal de cada uno y no tienen cabida en centros educativos de un país aconfesional como España“.
Por este motivo, las Juventudes Socialistas de Asturias reclaman al rector, Vicente Gotor, que “proceda al cierre de la capilla de la Universidad de Oviedo en el menor tiempo posible yla desposea de los símbolos religiosos que pueda haber en ella“.
La organización socialista reitera “la petición histórica” para que se apruebe una nueva Ley de Libertad Religiosa y se denuncien los acuerdos con la Santa Sede, con el fin de “adaptar, por fin, toda la legislación en esta materia al siglo XXI”.
Otras capillas universitarias cerradas
Europa Laica considera que es un asunto que se ha reavivado por el juicio contra Rita Maestre, por el asalto a una capilla en la Universidad Complutense en 2011. La portavoz de Ahora Madrid irrumpió en sujetador en la capilla de la Complutense y profirió gritos contra la Iglesia.
Maestre ha sido juzgada y, a la espera de conocerse la sentencia, la Fiscalía solicitó un año de prisión por un delito contra los sentimientos religiosos.
Este ataque sucedido en el campus de Somosaguas, no ha sido el único contra espacios de culto en la Universidad Complutense de Madrid. La Facultad de Geografía e Historia decidió cerrar la capilla que existía en sus instalaciones, para convertir ese espacio en un aulaalegando que faltaba espacio para atender a los estudiantes.
Después de que algunos estudiantes realizaran encierros y protestas contra el decanato, y se realizaran incluso misas de campaña en los pasillos de la facultad, reivindicando su uso, el Arzobispado de Madrid acabó por admitir el traslado a un aula de proporciones mucho menores y en un lugar más adaptado de la Facultad.
El caso de la capilla de la universidad de Valladolid es similar. El rectorado de la Universidad de Valladolid clausuró la capilla del centro y, ante las protestas de los alumnos, les recomendó que rezasen en la calle “porque Dios está en todas partes”.
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