El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó la autoría del atentado suicida perpetrado el viernes en una mezquita de una base militar afgana en la provincia de Khost, donde murieron al menos 20 soldados.
Mediante un comunicado difundido por la agencia Amaq, vinculada a la organización extremista, el EI se atribuyó la responsabilidad del ataque que dejó más de 50 heridos.
El viernes, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, condenó la ‘cobarde’ agresión y ordenó una investigación inmediata sobre lo ocurrido.
La explosión ocurrió en una mezquita ubicada dentro de una base del ejército afgano en la volátil provincia oriental de Khost, cuando las tradicionales oraciones del viernes estaban por concluir, informaron fuente militares citadas por la cadena Tolonews. El Estado Islámico penetró en Afganistán en 2015 y desde entonces se atribuyó varios de los atentados más mortales ocurridos en esa nación, sumergida es una situación de inestabilidad política, social y de seguridad reducto del paso de las tropas de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
Tras más de 17 años, el conflicto armado afgano suma miles de muertos y lesionados, incluidos civiles, extranjeros, fuerzas militares y policiales locales, e insurgentes.
Actualmente, se hacen esfuerzos para alcanzar un diálogo entre las partes implicadas con el fin de alcanzar una paz duradera en el país centro asiático.
El miércoles y jueves próximo tendrá lugar la conferencia ministerial de Ginebra sobre Afganistán, cita considerada una oportunidad para evaluar el progreso de las reformas mutuamente acordadas en la Conferencia de Bruselas en 2016 y establecer una agenda para la paz, estabilidad y desarrollo sostenible.
