Acaso el Estado y los fondos públicos deben seguir costeando una escuela evangelizadora y fiel al ideario católico y a la antropología cristiana. Los colegios integrados en Escuelas Católicas reafirman su carácter adoctrinador y defienden su financiación pública que les permite mantener el privilegio de difundir su doctrina particular con el dinero de todos y con todo descaro se permiten calificar a la escuela pública de excluyente, mientras son su centros los que están regidos por un “ideario” que excluye o impone a su alumnado.
Reunidos en asamblea durante día y medio en la casa general de las Hermanas del Amor de Dios en Madrid, 150 representantes de los titulares de los más de 2.000 colegios católicos afiliados a Escuelas Católicas (EC) han hecho balance del año anterior, han fijado retos y han diseñado líneas de acción de futuro. Entre ellas destaca la iniciativa para la defensa de la libertad de enseñanza “enLibertad”, presentada en este encuentro.
Jesús Muñoz de Priego, abogado, asesor y especialista en Derecho Educativo, presentó esta iniciativa cuyo objetivo es ofrecer a padres, profesores y centros argumentos para defender con fundamentos la libertad de enseñanza.
Entre estos fundamentos, subrayó que para que exista libertad de enseñanza tiene que existir libertad de elección y, en consecuencia, libertad de opciones. Por lo tanto, es el ideario de los centros lo que los hace distintos y lo que justifica tanto la existencia de la enseñanza concertada, que permite a los padres elegir según sus convicciones, como su financiación con fondos públicos para que esa elección no esté condicionada por motivos económicos.
Libertad de enseñanza amenazada
Según explicó este experto, hoy en día la libertad de enseñanza está “cuestionada”, “amenazada” por una normativa restrictiva, una práctica política de reducción de unidades, un debate político y social sesgado, y una apuesta por una escuela pública única como modelo excluyente. Esta iniciativa “enLibertad”, que se está presentando en las distintas comunidades autónomas, pretende que esa libertad de enseñanza deje de estar cuestionada y cuente con reconocimiento social.
Para lograrlo se ha fijado varios objetivos: como la creación de un Observatorio de análisis de la situación real y efectiva de la libertad de enseñanza, en el que existirá un canal de denuncia que permitirá la participación social; Generar debate social estable y no solo en momentos de conflictividad y tener una presencia en medios de comunicación; asimismo, ofrecer argumentos y materiales para asentar los fundamentos de la libertad de enseñanza con publicaciones, artículos en revistas, etc.
Diez demandas
Escuelas Católicas ha presentado sus demandas y compromisos en diez puntos. El primero es la necesidad de respaldo y reconocimiento público de la enseñanza concertada. En este sentido, denuncia las campañas promovidas por algunos sectores y formaciones políticas, interesadas en la confrontación de las redes pública y concertada, obviando los principios reconocidos en nuestra Constitución, en las leyes educativas vigentes, en la jurisprudencia del Tribunal Supremo y en diversos tratados internacionales.
Denuncia asimismo el ataque que está sufriendo la enseñanza concertada por parte de algunos gobiernos autonómicos que quieren convertir la educación en moneda de cambio político y pretenden suprimir unidades concertadas con suficiente alumnado, para redirigirlo a centros públicos con plazas vacantes. Escuelas Católicas se opondrá con todos sus medios a cualquier vulneración del régimen de conciertos y, por ende, del derecho de las familias a elegir la formación de sus hijos.
En el tercer punto muestra su satisfacción por la puesta en marcha de la subcomisión parlamentaria creada para llegar a un gran Pacto social y político por la educación. “Esperamos de todos los agentes sociales y políticos la altura de miras que permita alcanzarlo, por lo que les reclamamos la voluntad sincera de llegar a dicho Pacto como expresión de la pluralidad de nuestra sociedad, con quienes defendemos la existencia de proyectos educativos confesionales”, dice la organización en un comunicado.
Escuelas Católicas ha valorado positivamente la firma de las Tablas Salariales del VI Convenio Colectivo de Enseñanza Concertada. Asimismo, desde Escuelas Católicas quieren destacar el vínculo radical que existe entre familia y escuela. Esta línea estratégica, como se ha expuesto a lo largo de la Asamblea, está tomando forma, de modo especial, en la propuesta bianual de las Jornadas de Pastoral dedicadas a la pastoral con la familia.
El sexto punto hace referencia al compromiso de Escuelas Católicas con la excelencia pedagógica de las instituciones y centros, orientándoles en una transformación que se inspire en sus idearios, en la solidez de sus propias raíces y en sus ricas tradiciones.
También abordan la diversidad (personal, social, cultural o religiosa) cada vez mayor de los alumnos que representa una oportunidad a la que queremos responder con una propuesta abierta y solidaria de inclusión. Por ello, renovamos nuestro compromiso con la atención educativa de los alumnos con capacidades y procedencias diferentes, convencidos de que una escuela evangelizadora debe ser inclusiva y de calidad.
Otro de los puntos es el anuncio del XIV Congreso de Escuelas Católicas, que se celebrará del 16 al 18 de noviembre de 2017 en Oviedo bajo el título Emociona, y que tendrá como eje central la comunicación en educación.
Sobre la identidad de género
El noveno punto trata sobre la diversidad de iniciativas legislativas sobre las cuestiones de identidad de género. La Asamblea manifiesta de forma inequívoca su compromiso por la protección del menor y la acogida y respeto en nuestros centros a todas las personas. Este compromiso deberá armonizar con la necesaria fidelidad de los centros católicos a su ideario y a sus proyectos educativos, y con la educación de nuestros alumnos en la clave de la antropología cristiana.
Por último, Escuelas Católicas reitera su compromiso de contribuir desde su campo de actuación al papel evangelizador de la Iglesia española. Por ello continuará participando de manera activa en el Consejo Católico de la Educación, en la Mesa Eclesial por el Diálogo Educativo, así como en demás foros eclesiales.