Diario cofrade de coroneles
26 de marzo. El coronel de intendencia Manuel García Escobar, Premio Nazareno 2011, dio en Granada una conferencia de temática cofrade: “Semana Santa de Granada. Tradiciones de fe y sentimiento”, en el Salón del Trono de Capitanía, del MADOC (Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército). (http://goo.gl/a9MGtY).
El mismo coronel fue el artífice de la cita anual de “Exaltación Militar de la Semana Santa de Granada”, correspondiéndole a él precisamente la primera exaltación, en el año 2000. Asimismo exaltó a la Semana Santa granadina en la Tertulia El Prioste (1999) y a la Inmaculada Concepción de María en el 150 Aniversario de su Dogma para su Hermandad de Paciencia y Penas (2004). (http://goo.gl/GDdQMs).
5 de abril. El coronelde Artillería Emilio Montero Herrero abrió la celebración de la Semana Santa en la Catedral de Segovia, donde, ante otras autoridades civiles y militares, pronunció el pregón en la Capilla del Santísimo, en el que afirmó: «Como hombre de milicia, confieso que me siento muy orgulloso de recordar que el Ejército haya estado íntimamente relacionado con Jesucristo desde el principio, especialmente en estos días de la Semana Santa… A nadie puede extrañar por tanto que nuestro Ejército participe en procesiones, sobre todo en las de la Semana Santa, desfilando a paso lento detrás de una imagen de Jesús o de la Virgen María, como homenaje a la Eucaristía y fe en la resurrección.» (http://goo.gl/6mBd2Q y http://goo.gl/J7DQ1Q).
6 de abril. El coronel director de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada, Antonio Sánchez Flores, recibió el Escapulario de la Cofradía de la Esperanza en la parroquia de San Pedro (Murcia), dentro de la Misa de Cumplimiento Pascual. El reconocimiento obedece a una tradición que se remonta a 1959 y que une a esta cofradía murciana con las distintas unidades militares. (http://goo.gl/hYYfDz).
9 de abril. Adiós a un coronel jefe muy cofrade. La Unión de Cofradías Penitenciales entregó el título de 'cofrades del año' a tres personas vinculadas con la Semana Santa de Cáceres, entre ellas, Miguel Ángel Gómez de Agüero Muro, coronel jefe del CEFOT (Centro de Formación de Tropa, antiguo CIMOV). Es miembro de varias cofradías, y dice: «He sido invitado a las distintas procesiones e intentado asistir a todas. Y los apoyos que se han solicitado al CEFOT, siempre han sido autorizados». Durante su destino en Cáceres, el 21 de noviembre de 2009, la hermandad de la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad, nombró al entonces CIMOV hermano de honor de la cofradía. (http://goo.gl/ZXqdQv) .
Quizás podríamos seguir con más coroneles intrépidos, paladines de la fe verdadera. Puede que quizás ninguno haya tenido —hasta ahora— quien le escribiera para decirle “¡Oh, coronel, mi coronel!, España es un Estado aconfesional y usted, a título individual, puede hacer lo que quiera, pero no como cargo público; menos aún se puede involucrar el MADOC, el CEFOT, o el conjunto del Ejército en las actividades confesionales de un credo particular, pues eso contraviene la Constitución, y es una grave falta de respeto a la libertad de conciencia de los ciudadanos a los que sirven”.
De particular y lamentable alcance es la implicación del CEFOT y del MADOC. Según la web de éste, “bajo su supervisión se dirigen todos los asuntos del Ejército de Tierra concernientes al Apoyo a la Preparación y más concretamente a los de Enseñanza, Instrucción y Adiestramiento, Evaluación operativa de las Unidades, Investigación, Doctrina, Organización y Materiales”. El carácter de mando ideológico y educativo del MADOC, y el de centro formativo del CEFOT, hacen especialmente asombroso y grave que asuman y promuevan la doctrina católica (u otra cualquiera, claro).
Se ve, en estos hechos, en la habitual participación oficial de militares (no sólo coroneles) en eventos religiosos, y en sus patronos católicos, en sus capellanías, en su simbología… que a las Fuerzas Armadas no les ha llegado la noticia de que España es, según la Constitución, aconfesional. ¡Hay que hacérsela llegar: escriba —por supuesto, con mucho respeto— a su coronel más próximo! Se ha escrito a veces, y muy bien, sobre coroneles (además de García Márquez, lo hicieron Balzac, Martín Casariego y otros), pero quizás no tanto a ellos —al menos, a algunos—. Pues bien, escríbanles para que sepan que hace tiempo que debió llegar la hora de los coroneles… laicos. Así, ningún coronel tendrá queja (de que no tiene quien…), y si, junto al resto de las Fuerzas Armadas, cumplen con la aconfesionalidad debida, los ciudadanos dejaremos de lamentar esta penosa confusión entre la cruz y la espada en el ámbito público.
El coronel Sánchez Flores (dcha.), junto al párroco que le puso el escapulario.
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