Por supuesto que no estoy de acuerdo con cerrar las puertas a la filosofía o la sociedad de ningún país. La razón principal de la hostilidad de Occidente hacia nosotros, que se hizo patente desde principios de la revolución, es su desacuerdo con nuestra vuelta al islam y nuestro rechazo de la laicidad, el liberalismo y la socialdemocracia.
"Me opongo a la música que hace perder la compostura"
Al frente del Ministerio de Cultura y Orientación Islámica, Mohamed Hosein Saffar-Harandi recibe todas las críticas de los iraníes reformistas y liberales por las crecientes restricciones a la libertad de expresión. Saffar-Harandi (Teherán, 1953) desestima las acusaciones y, en vísperas de su viaje a España, donde asistirá hoy a una conferencia organizada por la Unesco, declara a EL PAÍS que bajo la presidencia de Mahmud Ahmadineyad "ha aumentado la tolerancia".
Pregunta. Intelectuales y periodistas se quejan de un aumento de la censura con Ahmadineyad. ¿A qué se debe?
Respuesta. ¿Tiene pruebas? Durante este Gobierno se ha enviado a menos periodistas a juicio y se han cerrado menos periódicos que con los anteriores. Las críticas al Gobierno han aumentado, se ha atacado personalmente al presidente, incluso de forma irrespetuosa. Quizá se deba a la mayor tolerancia del presidente.
P. Los editores también aseguran que encuentran más trabas para publicar sus libros. ¿Por qué limita su ministerio los títulos que pueden leer los iraníes?
R. La gente es la que al final decide qué comprar. Si no les gusta un libro, no se vende. Todo el mundo es libre de difundir sus ideas, pero hay límites legales, entre ellos, no ofender al prójimo, las creencias islámicas y la identidad nacional. Nuestras limitaciones para publicar son comparables a las que existen en Europa y los países occidentales para el tema del Holocausto. Tengo entendido que allí hay intelectuales que son procesados, multados o encarcelados, y editoriales cerradas, por discrepar del discurso oficial sobre el Holocausto.
P. ¿Le gusta la música? Dicen que está en contra del rock y el rap.
R. Sí, me gusta. Aunque debe cumplir algunas condiciones, entre ellas, que no haga que las personas se salgan de sí y pierdan la compostura. He oído que algunos estilos, no el propio rap sino el heavy metal y algún otro, con el uso de alucinógenos llegan a provocar que mientras se conduce a toda velocidad [los jóvenes] abran las ventanas o las puertas y salten por ellas. Me opongo a ese tipo de música.
P. El Gobierno ha lanzado una campaña de moralidad que, entre otras medidas, se preocupa de que las iraníes respeten la cobertura islámica (hiyab). Sin embargo, el presidente dijo tras su elección que había problemas más urgentes que solucionar. ¿Ya lo han hecho?
R. En contra de la imagen que se tiene fuera de una campaña policial y de enfrentamiento, es más bien de orientación y de instrucción moral a personas que es posible que hayan olvidado el [correcto] comportamiento social y no lo respeten. Las medidas que ha tomado la policía afectan sobre todo a gente que salía a la calle vistiendo intencionalmente ropas que no son adecuadas para nuestra sociedad porque les pagan un dinero mensual para ello.
P. ¿Les pagan? ¿Quién?
R. La policía ha identificado algunas fuentes. Proceden de aquellos que pretenden que traicionemos nuestra cultura.
P. Usted ha atribuido la hostilidad de EE UU hacia Irán a la batalla que ha librado contra la filosofía occidental. ¿Cerrarse al exterior no resultará empobrecedor para Irán?
R. Por supuesto que no estoy de acuerdo con cerrar las puertas a la filosofía o la sociedad de ningún país. La razón principal de la hostilidad de Occidente hacia nosotros, que se hizo patente desde principios de la revolución, es su desacuerdo con nuestra vuelta al islam y nuestro rechazo de la laicidad, el liberalismo y la socialdemocracia.
P. ¿Choque de civilizaciones?
R. Nosotros no lo proponemos, pero Occidente ha entrado en esa guerra del mundo occidental laico contra el islam. Nosotros deseamos una interacción entre todas las civilizaciones y culturas.