Los musulmanes aseguran que las clases de Religión en los colegios dificultarían la radicalización
“Cuanta más formación, menos radicalización”. Con esta fórmula, Mounir Benjelloun, presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri), una de las principales asociaciones musulmanas de España, reivindicó ayer que a los alumnos musulmanes se les enseñe su religión en los colegios públicos españoles como a los católicos se les instruye en la suya. “Una buena formación les hace menos permeables al extremismo”, recalcó.
En unos tiempos en que la policía española multiplica las redadas -la última tuvo lugar el viernes- de presuntos aspirantes a yihadistas, Benjelloun reiteró la petición de que todos los niños musulmanes puedan aprender el islam y “no sólo el 4% o 5%” de los que están escolarizados.
Benjelloun, de origen marroquí, encabeza la Feeri, de cuya dirección desbancó, a finales de 2012, al ceutí Mohamed Ali, tachado de afín a Rabat. Ayer se celebró en un hotel de Madrid el congreso de la Feeri, que empezó con la presentación de un informe sobre el auge de la islamofobia en España.
El presidente de la Feeri aprovechó para recordar que sólo hay “unos 50 profesores de islam” en los colegios, remunerados por el Ministerio de Educación, que imparten clase en Ceuta y Melilla y también en Andalucía, País Vasco, Canarias o Cantabria. En estas comunidades la enseñanza religiosa del islam no está transferida.
Benjelloun escribió hace un año a todos los consejeros de Educación pidiéndoles que introduzcan de una vez la enseñanza del islam, pero “la mayoría no contestó”. “Es en Cataluña donde existe el mayor déficit”, recalca, porque es allí donde hay más alumnos musulmanes (30.000) privados de educación islámica.
La Generalitat catalana anunció en septiembre el lanzamiento del Plan Marruecos, que prevé, entre otras cosas, la introducción de la enseñanza del islam y también, en horario no lectivo, clases de árabe y de amazig (la lengua de los bereberes), pero no ha dado pasos concretos. Aquella iniciativa fue interpretada como un intento de atraer a los inmigrantes marroquíes (280.000) al independentismo.
Benjelloun advirtió de que, si las clases de islam para alumnos de padres musulmanes no se generalizaban, recurriría a la Comisión Asesora de Libertad Religiosa, encargada de velar por el cumplimiento de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, y, en última instancia, a los tribunales, para exigir “que no se vulnere un derecho fundamental de los musulmanes” en comunidades donde constituyen fuertes minorías, como Cataluña, Madrid o Valencia.
El informe inaugural que presentó Amparo Sánchez, presidenta de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia, resalta que en 2014 se produjeron 49 casos de ataques o agresiones, la mayoría verbales, contra musulmanes en España, cuatro más que en 2013. Desde principios de este año han sido denunciados ya 80 casos. El incremento es achacable a los atentados de París en enero.
COMENTARIO: La FEERI pretende utilizar el fenómeno yihadista para conseguir aumentar el número de profesores que enseñen el Islam en las escuelas, cuando nadie puede segurar que tales enseñanzas vayan a promover la convivencia. Entendemos que evitar la segregación escolar en función de las creencias, de los escolares o sus familias, mediante una escuela laica, pública y universal para toda la ciudadanía, es la mejor escuela de convivencia y formación para evitar el integrismo religioso. Más aún cuando es evidente que el yihadismo responde a otros motivos, políticos, estratégicos, económicos, de exclusión y de poder. No es admisible que se pretenda utilizar un atentado o el reclutamiento yihadista para favorecer la influencia islámica con el patrocinio del Estado. Avanaremos en la paz y la convivencia cuando el islam y todas las religiones queden fuera de la escuela.