Una cristiana devota acudió el martes al Tribunal Supremo de Londres en un esfuerzo por lograr que British Airways admita que se equivocó cuando exigió que la empleada dejara de portar un crucifijo al cuello cuando estuviera en el trabajo.
Nadia Eweida, empleada del mostrador de la aerolínea londinense, acaparó la atención nacional sobre el debate de símbolos religiosos en la vida pública cuando fue despedida en noviembre de 2006, por negarse a cumplir con las reglas que prohibían que los empleados portaran símbolos visibles de su religión.
BA finalmente cedió y cambió su política a fin de permitir que Eweida regresara a trabajar, pero la mujer de 58 años desea que BA admita que la antigua política significó discriminación religiosa.
Eweida busca que la aerolínea le pague 200.000 dólares (120.000 libras esterlinas) en daños y salario perdido durante los casi tres meses en que no se le permitió trabajar.
El grupo de derechos humanos Liberty dijo que respalda el reclamo de Eweida, en principio legal. La portavoz Mairi Clare Rodgers dijo que los tribunales laborales británicos habían fallado en contra de Eweida, sentando "un precedente muy peligroso para las personas que deseen expresar su religión".
BA afirma que no cometió discriminación contra Eweida, señalando que "se le ha permitido llevar un crucifijo en el cuello durante los últimos tres años".
El Tribunal Supremo podría emitir un fallo en las próximas semanas.