“La ingobernabilidad en España no favorece a nadie”, afirma el secretario de Estado y número dos del Vaticano, Pietro Parolin
Roma pide “un Ejecutivo que trabaje por los intereses de todos y represente a todo el país”
En una entrevista con ‘Vida Nueva’, anima a resolver la cuestión catalana “dentro de la legalidad constitucional”
“Es un asunto interno”. Hasta el momento, ésta era la única respuesta a la situación política española surgida tras las elecciones del pasado 20 de diciembre. Hoy, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, clama en una entrevista con la revista Vida Nueva por un “diálogo constructivo para el bien común”, y presiona por un acuerdo PP-PSOE para evitar “una ingobernabilidad que no favorece a nadie”. Una idea que ya se lanzó desde la Conferencia Episcopal.
Para el número dos del Papa Francisco, España necesita “un Ejecutivo que trabaje por los intereses de todos y que efectivamente represente al país”. En la entrevista, Parolin admite el “resultado fragmentado de las urnas”, e invita a “escuchar las inquietudes y los temores” de la sociedad.
Para el principal colaborador del Papa, las urnas arrojaron “la petición de una mayor colaboración dentro del mundo político”, ante “un importante desafío para el país”. Algo que también reclama para Cataluña y el proceso de independencia surgido tras el 27-S.
En este punto, el secretario de Estado vaticano apunta que, aunque se trata de “un asunto interno”, incide una y otra vez -hasta en tres ocasiones a lo largo de la entrevista- en que la solución ha de darse “dentro del marco de la legalidad constitucional”.
“Desde la responsabilidad, la búsqueda del bien común y el respeto de la legalidad vigente, deben buscarse puntos de encuentro para facilitar y llevar a cabo un diálogo serio, sereno y auténtico”, incide Parolin, quien asegura tener “una gran confianza en la madurez política del pueblo español, manifestada especialmente durante el proceso de transición a la democracia”.
Un comportamiento “moralmente intachable”
Junto a la situación en España, Parolin también admite “errores e ineficiencias” en la gestión económico-financiera de la Santa Sede, y espera que la reforma impulsada por Francisco traiga “mayor eficacia y transparencia” a la Curia. Para ello, ha de darse “un estilo de vida sobrio, en la línea de la pobreza evangélica, así como un comportamiento moralmente intachable”. Frente a ello, Parolin denuncia la “elefantiasis” de la Curia.
Además de estos asuntos, el máximo responsable de la diplomacia vaticana insta a Europa a encontrar soluciones de forma “urgente” para hacer frente a la mayor oleada de inmigrantes y refugiados desde la II Guerra Mundial. Cuenta para ello con “los instrumentos jurídicos, técnicos y sobre todo culturales” adecuados, de manera que se respeten “la dignidad y los derechos” tanto de sus ciudadanos como de los recién llegados.
Reconoce Parolin que “estamos todos asustados” ante los atentados del islamismo radical, aunque invita a “no dejarse paralizar” por el miedo. Le pide a los líderes musulmanes que condenen “todos y cada uno de los actos de terrorismo cometidos en nombre del islam” para que quede clara la “total incompatibilidad” entre violencia y religión.