El Vaticano eligió esta semana al arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián, comisario pontificio de la Unión Lumen Dei, una organización ultracatólica y muy conservadora que extiende su labor principalmente en España y Amé
Sebastián, conocido por sus posturas ultraderechistas -llegó a pedir a los católicos que votasen a partidos como Falange-, será el encargado en poner orden en esta congregación, en cuyo seno al parecer se estaban produciendo escándalos morales y económicos.
“Por tiempo indefinido y con las facultades ordinarias de superior general”, el Vaticano ha nombrado al arzobispo emérito de Pamplona comisario pontificio de Lumen Dei. Al parecer, desde la muerte del fundador de esta organización católica ultraconservadora en 2002, este grupo sufre una intensa crisis interna, salpicada de “desórdenes morales y escándalos económicos amparados en ocasiones por algunos cargos principales” del grupo.
Tendencia ultraderechista
Si duda, la designación de Sebastián no dejará indiferente, puesto que el arzobispo navarro ya ha protagonizado varias polémicas debido a sus tendencias políticas ultraderechistas. De hecho, en los meses previos a las elecciones municipales de mayo de 2007, el prelado pidió a los católicos que votasen a partidos como La Falange, Alternativa Española o Comunión Tradicionalista Católica.
Sacerdotes, mujeres y familias
Lumen Dei es un movimiento fundado en los años 60 que se divide en tres secciones: una para sacerdotes y hermanos, otra para mujeres y una más para familias. Según su página web, buscan “vivir y predicar el Evangelio y realizar obras que sirvan para el desarrollo integral del hombre”. Actualmente cuenta con unos 1.500 miembros que se extienden por 60 diócesis españolas y sudamericanas.
Medios de comunicación
La orden, de corte ultraconservador, controla más de una treintena de colegios y unas veinte parroquias. Además cuenta con varias editoriales, emisoras de radio e incluso dos cadenas de televisión, una en Cáceres y otra en Oviedo. A mediados de los años 90, este grupo saltó a los medios de comunicación a causa de su intervención en un colegio en la localidad cacereña de Jarandilla de la Vera. La asociación de padres del centro se quejó durante años de que los sacerdotes que regentaban el colegio atemorizaban a los niños, algo que provocó una auténtica movilización ciudadana.