La defensa del Vaticano en los tres procesos abiertos contra la Santa Sede en Estados Unidos por abusos sexuales de sacerdotes se centrará en demostrar que los obispos americanos no son «empleados» del Vaticano, según manifestó su abogado, Jeffrey Lena, a la agencia Associated Press el domingo. Lena adelantó que presentaría el primer documento en esa línea el lunes ante un tribunal de Louisville, Kentucky.
El coste total de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Estados Unidos ronda ya los tres mil millones de dólares, y ha llevado a la bancarrota a siete diócesis y una provincia de la Compañía de Jesús. Desde 2002, los abogados de algunas víctimas intentan proceder legalmente también contra el Vaticano, además de la diócesis implicada. El primer proceso se abrió en el año 2002 en Portland, Oregón, el segundo en 2005 en Louisville, Kentucky y el tercero el pasado mes de abril en Milwaukee, Wisconsin.
El abogado californiano Jeffrey Lena, que representa al Vaticano en los tres procesos, manifestó que su defensa se basará en demostrar que los obispos de Estados Unidos no son «empleados» del Vaticano, por lo que no se pueden exigir responsabilidades a la Santa Sede.
A su vez, el abogado de las víctimas de abusos sexuales en Kentucky, William McMurry, sostiene que aunque los obispos no sean «empleados» en sentido estricto ya que no cobran del Vaticano, son al menos «funcionarios» puesto que prometen obediencia al Papa al tomar posesión y, de hecho, siguen órdenes del Vaticano en las materias que deben consultar con Roma.
Los expertos norteamericanos en derecho internacional señalan que el Vaticano es un país extranjero y, por lo tanto, inmune ante los tribunales de Estados Unidos.
