La prohibición a una alumna de llevar el pañuelo ('hiyab') en un instituto de Madrid ha vuelto a abrir una polémica que no es nueva, pero que sigue sin resolverse por las opiniones tan encontradas que existen. ¿Es una cuestión religiosa o cultural?, ¿hay que prohibir también a los estudiantes que lleven collares en forma de rosario o una cruz?
Afortunadamente, este conflicto, -que pueden definir el futuro de la integración de determinadas culturas en el país- no es generalizado y, hasta el momento, no se ha registrado ningún caso parecido en Alicante, a pesar de que la provincia concentra la mayoría de los cerca de 130.000 musulmanes que residen en la Comunitat.
Esta comunidad es una de las más importantes, pero una de las muchas que se han ido implantando en los últimos años, sobre todo, en la Costa Blanca. Budistas, mormones, e incluso locales que pertenecen a la misión de la Cienciología. Las minorías religiosas no católicas han proliferado, y la afluencia de turistas, la llegada de residentes y trabajadores europeos y el arraigo de inmigrantes laborales magrebíes y latinoamericanos son factores que están influyendo en la importante concentración de confesiones que están abriendo en algunos municipios de la Costa Blanca. Es el caso de Alicante (58 entidades), Elche (41), Torrevieja (23), Dénia (20) y Xàbia (8 entidades.)
Así se pone de manifiesto en un informe sobre 'Minorías religiosas en la Comunitat Valenciana' de la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía. Actualizado a finales de 2009, -según la administración, los datos no variarán mucho-, el estudio realizado por Ceimigra pone de manifiesto que más de 250 entidades están implantadas en Alicante.
Por este término -entidad religiosa- se incluye no sólo las que están inscritas en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, sino también otras que no aparecen en este listado porque aún no están consolidadas, y las que no se dedican principalmente al culto sino a actividades culturales, educativas, sociales e incluso mercantiles pero relacionadas con la tradición o confesión.
Por confesiones
Las Marinas (Alta y Baixa) son las comarcas que acaparan la mayoría de las entidades religiosas evangélicas que están distribuidas por la provincia (más de 170) y que es la más numerosa dentro del mapa de las minorías. Y la explicación, según el estudio, es que en estas dos zonas reside un importante volumen de turistas y residentes europeos, además de trabajadores inmigrantes con sus familias, sin olvidar a los españoles de confesión evangélica.
Le siguen, en volumen de entidades, las islámicas (una treintena en la provincia). Se trata de una de las confesiones con mayor crecimiento en los últimos años, destacando la Marina Alta, el Baix Vinalopó y L'Alacantí. Ahora bien, mención aparte merece la Vega Baja, sobre todo los municipios de Torrevieja y Orihuela, donde se registra el número de comunidades islámicas más elevado al asentarse una importante colonia de labradores de origen marroquí, según refleja el informe, que cita en tercera posición a los Testigos Cristianos de Jehová. Su directorio es uno de los más fiables con 36 Salones del Reino en la provincia y cada uno de ellos alberga una o varias congregaciones. Aunque su cobertura poblacional es amplia, a diferencia de las evangélicas y musulmanas, no se prevén grandes modificaciones a corto plazo.
En Pedreguer está uno de los grandes templos budistas (también están en Alicante y Novelda), mientras los adventistas (presentes en la Comunitat desde hace algo más de un siglo) vuelven a situarse en la costa. Lo mismo ocurre con las parroquias ortodoxas (como la búlgara de Dénia). Los mormones, con diez capillas en la Comunitat -destacando en Elche, Orihuela, Benidorm, Alcoy y Crevillent-; los judíos -con sedes en Benidorm y Alicante-; los hindúes (hay varias familias diseminadas por la provincia), y la Fe Bahá'í (un local en Alicante) conforman el resto del mapa de la minorías, junto a la misión de la Cienciología que al parecer dispone de un local en Alicante.
Una diversidad cultural que, a juicio del conseller Rafael Blasco, para lograr su cohesión social «hay que promover el conocimiento y el respeto, así como el diálogo, con el objetivo de transmitir recíprocamente valores de tolerancia, respeto e igualdad».