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El terror y los dilemas de la libertad

Un profesor de historia y geografía, Samuel Paty, fue decapitado a la salida del colegio por un joven de solo 18 años de origen checo, refugiado en Francia; el asesino ni siquiera era alumno del establecimiento. El profesor fue víctima del crimen solo por cumplir con su deber de enseñar. En su clase de educación cívica trataban la libertad de expresión y decidió ilustrar el tema con una caricatura de Mahoma publicada en la revista Charlie Hebdo.

Cabe recordar que el semanal Charlie hace una semana, una vez más, fue objeto de un atentado fallido cometido por un joven pakistaní, islamita radicalizado y en el 2015 fue víctima de los terribles atentados en la sede de la revista donde murieron varios periodistas. Las caricaturas del profeta publicadas fueron el motivo de la masacre.

El papa Bergoglio también fue objeto de caricaturas y ningún cristiano reaccionó matando o fomentando la apología del crimen a los caricaturistas y periodistas de la revista u otros medios de prensa.

Héroe y mártir

Durante esta semana en toda Francia miles de personas, responsables de partidos políticos, asociaciones de profesores, sindicatos, padres, alumnos y ciudadanos desfilan en homenaje al que hoy se considera un héroe nacional.

En París se congregaron en la emblemática Plaza de la República y toda la clase dirigente estuvo presente en la Universidad de la Sorbona, donde se rindió un solemne y emotivo homenaje en memoria del profesor. Toda la sociedad francesa está bajo estado de shock.

Los actos conmemorativos, en cierta manera, honran a todos los maestros y el rol que cumplen en la sociedad. La responsabilidad de la educación de nuestros hijos recae básicamente en los padres, por un lado, y por el otro les confiamos a los maestros la misión de enseñar, los profesores se merecen respeto, protección y reconocimiento, hay que evitar por todos los medios de que sean objeto de presiones y que se autocensuren; lo contrario significaría darles la razón a los islamistas radicales y a cualquiera que pretenda poner en riesgo el sistema educativo y la democracia.

Lamentablemente, estos actos inaceptables son el resultado de la intención de grupos militantes islamistas que buscan imponer los principios del islam y justifican la violencia, las masacres y el terrorismo en nombre de la religión.

Pero en realidad es solo la punta del iceberg; el verdadero proyecto va mucho más lejos, es jurídico-político, ya que pretenden la transformación y fractura de nuestras sociedades adoctrinando gente para sembrar el terror, el fin último es transformar y someter el mundo occidental a sus ideología y creencias.

Generosidad francesa

Francia aplicó una política muy generosa desde hace 40 años, sin prever las consecuencias que provocaría la inmigración de musulmanes de los países vecinos o africanos. Algunos de los inmigrantes son realmente víctimas de la pobreza y las persecuciones políticas, otros inventaban ser perseguidos para poder ingresar en Europa. Con el tiempo se fue ampliando “el grupo familiar” que podía ingresar al territorio, al principio se permitió el asilo a padres e hijos, posteriormente se amplió a otros miembros de la familia, hermanos, tíos…

Para muchos de ellos el Islam es lo único importante y está por encima de la República, tienen dificultades a integrarse y los extremistas radicalizados pretenden nuestra adaptación a sus costumbres y religión cuando deberían hacer el esfuerzo de respetar el país que los recibe.

La derecha y ultraderecha europea reclaman desde hace tiempo el cierre de fronteras a la inmigración y las expulsiones a sus países de origen. Estos eventos se repetirán y nos obligan más que nunca a reflexionar sobre los límites al derecho de asilo.

El riesgo supremacista

Las masacres y actos terroristas en nombre del Profeta y los principios del Corán buscan la rendición de las sociedades occidentales. Sin embargo, no hay que estigmatizar ni generalizar, no todos los musulmanes son terroristas, hay que evitar caer en la excusa fácil de justificar que cometen delitos y actos de violencia “porque son pobres o no tuvieron posibilidad de recibir educación”.

Existen personas con bajos recursos en todo el mundo que viven con dignidad y honestidad y sacan beneficio de lo que el Estado pone a disposición de los ciudadanos, entre otros medios, la escuela pública, muchos trabajando con gran esfuerzo logran triunfar y destacarse en diferentes ámbitos económicos, artísticos…

Cuando Albert Camus recibió el Premio Nobel por su obra literaria en 1957 reconoció que fue gracias al apoyo y las enseñanzas de su profesor de primaria (que además lo convenció de terminar la secundaria).

Cabe recordar que la madre de Camus era analfabeta y al padre no lo llegó a conocer ya que murió en la Primera Guerra Mundial.

La libertad de expresión

La iglesia Católica en Francia tuvo mucha influencia en varios aspectos de la vida, no únicamente en las cuestiones espirituales; hoy el 54% de la población es católica, luego de la Revolución adopta el sistema laico como base de los principios de la República.

La “la cité”: la separación de la Iglesia y el poder la público asegura la libertad de conciencia y pensamiento, garantiza el libre ejercicio del culto, no reconoce una única religión o creencia, las respeta y acepta a todas, es la esencia de la fraternidad y la igualdad entre los ciudadanos, es la identidad de una sociedad democrática.

Precisamente esa libertad no debe ser la excusa o argumento para ofender y destruir las diferentes opiniones o creencias y menos aún sembrar el terrorismo ideológico y cometer masacres.

¿En qué consiste la libertad de expresión? Es poder escribir y difundir todo lo que no está prohibido. En Francia la libertad de expresión está muy reglamentada en 400 textos, mucho más que en otros países europeos o en EEUU donde la reglamentación es más permisiva. Dicho marco legal censura los abusos, el insulto publico, la difamación, las amenazas, la provocación a cometer crímenes, la discriminación racial, la protección a la infancia, la publicidad de productos y/o métodos para darse la muerte, defensa de derechos intelectuales, la violación del secreto profesional, sin embargo las caricaturas de políticos o representantes de diferentes religiones que provocaron tanta violencia no son un delito de blasfemia.

Históricamente la libertad de expresión nació en EEUU con la Constitución Americana en 1787 que garantiza el derecho a la libertad de expresión. Luego Francia lo declara como una libertad fundamental, garantizada por la Declaración del Hombre y Ciudadano desde 1789.

La ley de la libertad de prensa de 1881 es reconocida como el primer medio de expresión y estipula las obligaciones y autorizaciones a la difusión de la información.

En 1950 el Consejo de Europa, que reagrupa 47 estados miembro, firma la Convención de Derechos del Hombre y del Ciudadano, conjuntamente con la libertad de convicción y de religión.

En la actualidad en Francia se va más lejos y se estudia la posibilidad de un referéndum para incluir en la Constitución el derecho a la libertad de expresión.

Periodismo y redes

¿Qué rol juegan los medios de comunicación y las redes sociales ante la amenaza terrorista?

TikTok, Facebook, Google, Twitter se niegan a asumir cualquier tipo de responsabilidad alegando que ellos “solo transportan los contenidos” y no los juzgan.

Los mensajes de odio, insultos y amenazas a periodistas, profesores, ciudadanos, fundados en diferencias de culto, religión, raza o creencias en las redes sociales aumentan impunemente, deberían respetar las leyes fundamentales de los países donde circulan sus contenidos, además de pagar los impuestos a las sociedades (evaden sumas colosales). Los medios de prensa, escrita, TV, radios, tienen responsabilidad, están obligados a difundir los contenidos supervisando y respetando el marco regulatorio.

La ideología y adoctrinamiento extremista empiezan en las prisiones, templos o grupos radicalizados pero también de forma individual, frente a una computadora a través de las redes sociales.

No solo existen las organizaciones internacionales que adoctrinan, hoy tienen fácil acceso por internet a mensajes o imágenes de terrible crueldad, incluso decapitaciones, es la nueva modalidad de radicalización en modo “lobo solitario” lo que dificulta aún más controlar y combatir “a los nuevos candidatos”.

En ese sentido el parlamento francés reacciona con vigor y sin demora preparan dos nuevas figuras delictivas con el objetivo de responsabilizar a las plataformas que permitan difundir mensajes de apología al terrorismo, odio, racismo…

Dichas plataformas se verán obligadas a cooperar para poder identificar rápidamente el origen físico y a los autores que publican dichos mensajes. Hoy las plataformas no están domiciliadas en los países donde difunden sus contenidos y por lo tanto no tienen ninguna responsabilidad penal.

La segunda figura busca responsabilizar penalmente también a los autores que publican o reenvían dichos mensajes a través de Facebook, Google o Twitter.

Sin duda, se impone una revisión del modelo y de las leyes que contemplan las bases de la protección de datos personales en las comunicaciones electrónicas.

La profesión del periodista también merece especial protección, tienen que poder trabajar sin temer por sus vidas. En algunos casos se presentan situaciones paradójicas: por un lado un periodista puede guardar el anonimato, por su seguridad, cuando se tarta de temas sensibles como el terrorismo o trafico de drogas, sin embargo se plantea el dilema de terminar con el anonimato en las redes sociales ya que ayudaría a disminuir los mensajes de odio y violencia que se expanden con rapidez y permiten llevar a cabo atentados y sembrar el pánico.

Resulta urgente reconciliar en nuestras sociedades a los jóvenes con la educación, a los ciudadanos con la clase dirigente, encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión y el respeto a las diferentes opiniones, lograr la trasparencia de la información y terminar con el abuso de falsas noticias o mensajes creando el caos o confusión.

Elsa Uriburu

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*Los artículos de opinión expresan la de su autor, sin que la publicación suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan todo lo expresado en el mismo. Europa Laica expresa sus opiniones a través de sus comunicados.  

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