La consejera de Educación evita aclarar si su departamento comparte las conclusiones expresadas ayer. «Lo importante es saber qué opina la gente», afirma
«Hay que avanzar hacia una sociedad laica en la que la Religión sea una cuestión del ámbito privado. Y aunque tiene que estar, porque es un derecho de los padres, en el ámbito escolar nunca puede ser evaluable y hay algunas opiniones que avanzan que debería estar fuera del horario escolar». Ésta es, en palabras de la Consejera de Educación, Cándida Martínez, una de las conclusiones a las que han llegado los 3.000 docentes andaluces que se han reunido durante las últimas semanas para elaborar su propuesta al debate sobre la nueva reforma educativa.
Las diferentes conclusiones extraídas de estos encuentros se trataron ayer en Córdoba en un encuentro regional que reunió a todos los representantes de la comunidad educativa andaluza. Docentes, sindicatos, padres y equipos de orientación educativa mantuvieron un último encuentro, cuyas conclusiones se sumarán a las de las jornadas provinciales en un documento final que la Consejería elevará al Ministerio de Educación.
Primeras conclusiones
A pesar de que esta propuesta final aún no está redactada, Cándida Martínez adelantó las primeras conclusiones que figurarán en él y que responden a los tres puntos que la Consejería ha querido destacar en estos encuentros: la ordenación del sistema educativo, la evaluación y atención a la diversidad del alumnado, y la modernización del sistema educativo.
Entre ellas destaca que se reconozca la finalidad educativa del primer ciclo de Infantil y que este cuente con profesionales cualificados y no sólo con maestros. El resto de las propuestas se centran en el nivel de Secundaria. Los docentes andaluces se muestran favorables a que se eliminen los itinerarios educativos y que estos se cambien por propuestas más flexibles. «La prueba extraordinaria de Secundaria dentro de una evaluación continua no tiene sentido", apuntó Martínez. En este sentido, la comunidad educativa también se muestra contraria a la prueba final de Bachillerato.
Otro de los puntos destacados es la necesidad de que se intensifique la formación del profesorado, «uno de los grandes retos para poder afrontar proyectos como el plurilingüismo y los centros TIC», indicó la consejera.
Martínez no quiso pronunciarse sobre cuáles de estas conclusiones son compartidas por la Consejería y cuáles no. «Es un debate abierto y plural. Lo importante es saber qué opina la gente», afirmó. A pesar del escaso plazo fijado por el Ministerio que dirige María Jesús Sansegundo, el secretario general de Educación, Alejandro Tiana, manifestó en la ponencia de las jornadas que «aquí no se acaba el debate» y que éste continuará hasta que el nuevo texto esté elaborado con carácter definitivo.