La reforma del protocolo para impedir que los miembros de la Corporación tengan obligación de acudir a algunos “actos solemnes” con contenido religioso, en representación del Ayuntamiento, solo recibió los votos a favor de Zaragoza en Común y Ciudadanos
El PSOE, que votó favorablemente en una comisión el pasado viernes 18 de septiembre, no apoyó en el Pleno la modificación
Chunta Aragonesista también se mostró con contra porque el reglamento mantenía la posibilidad de asistir, en representación municipal, a la Ofrenda de Flores y la Festividad de San Valero; con claro componente religioso, según los aragonesistas
La reforma propuesta por el Ayuntamiento de Zaragoza (de Zaragoza en Común(ZeC)) para, como ellos mismos afirman, “asegurar la aconfesionalidad en todos los aspectos de la vida pública municipal” no ha salido adelante. Y no lo ha hecho porque el Grupo Municipal del PSOE, después de mostrarse favorable en la Comisión de Presidencia y Participación Ciudadana del pasado viernes 18 de septiembre, ha decidido en el Pleno de esta mañana votar que no.
La modificación del Reglamento de Protocolo, Ceremonial, Honores y Distinciones del Consistorio zaragozano, por tanto, solo ha recibido los votos a favor ZeC y Ciudadanos (13 de los 31 concejales). PSOE, PP y Chunta Aragonesista (CHA) han votado en contra. Aunque por diferentes razones.
El cambio, como explicó la concejala de Participación, Elena Giner, afectaba al artículo 8 del citado Reglamento; que recoge la obligatoriedad por parte de los miembros de la Corporación de participar en los “actos solemnes correspondientes”.
En la modificación propuesta, el imperativo se sustituía, en el punto 8.1, por “los miembros que lo deseen podrán asistir, asumiendo la representación institucional del Ayuntamiento de Zaragoza que su cargo les confiere, portando los símbolos y distintivos municipales a los siguiente actos: la Festividad de San Valero (29 de enero), la Ofrenda de Flores (12 de octubre) (siempre excluyendo las misas), recepciones oficiales y otros que sean considerados por la Alcaldía.
El último párrafo del 8.1 es el de la discordia. En él se dice textualmente: “Se exceptúan de los anteriores los actos de contenido religioso, a los que podrá asistir a título individual cualquier miembro de la Corporación”.
Posteriormente, el 8.2, decía que se irá “en comitiva municipal (…) cuando por la solemnidad o relevancia del acto lo considere oportuno la Alcaldía o cuando así le sea solicitado por al menos dos grupos municipales que representen la mayoría del Pleno”.
Con este punto, el PSOE consideraba que se salvaguardaba la opción de que, si así lo decidía Alcaldía o la mayoría del Pleno, se pudiera acudir, como corporación municipal, también a los actos religiosos. Desde ZeC, empero, aseguran que no es así porque este tipo de eventos ya están excluidos en el último párrafo del punto 1. Y en esta dispar interpretación es en la que han basado los socialistas su cambio de postura.
Fuentes del PSOE han apuntado que no les parece lógico que se incluyan como actos a los que el Consistorio puede acudir en comitiva los desarrollados con motivo de la Festividad de San Valero y la Ofrenda de Flores, excepto las misas, porque, según ellos, todo el conjunto de eventos que rodean a estas celebraciones también “tienen un claro contenido religioso”. Por lo tanto, debería dejarse abierta la opción de que los concejales y el alcalde fueran como miembros del Consistorio a la parte más propiamente religiosa, que son las misas.
Ha sido Roberto Fernández quien ha defendido esta postura en el Pleno de hoy. En marzo de 2015, el propio Fernández aseguró, en la XI Jornada Laicista, que si llegaba el momento de modificar el Reglamento para evitar la comparecencia de los miembros de la corporación en algunos actos, «no será el PSOE el que ponga ningún inconveniente”.
CHA niega la mayor
El voto en contra de CHA tiene matices antagónicos, aunque parten de una premisa similar: la de considerar religioso todo lo que se hace en San Valero y en la Ofrenda de Flores. Por ello, la concejala Leticia Crespo ha señalado que el dictamen “no respetaba el principio constitucional de la aconfesionalidad”.
Estima que debería impedirse la asistencia, como representación institucional del Ayuntamiento de Zaragoza, también a San Valero y la Ofrenda de Flores. Recalca: “Prohibiciones ninguna, libertad absoluta, pero a título individual”.