El diputado socialista aseguró que "no se trata de romper los privilegios de los que goza la Iglesia católica" porque "el Estado mantiene las relaciones de cooperación como dicta la Constitución, los acuerdos con la Santa Sede y aporta una gran suma de dinero a la Iglesia". "Ahora bien, no debemos olvidar que España es un Estado no confesional, y como Estado no confesional, el Gobierno en sí no puede privilegiar a unas religiones contra otras o en relación a otras", agregó el secretario general de los socialistas en el Congreso. "Ese es el único sentido, la no discriminación", justificó López Garrido.
En este sentido, el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso señaló que "la perspectiva y el horizonte es que la Iglesia católica tienda a autofinanciarse, que sean los católicos los que financien a la religión católica como crean oportuno".
Sin embargo, López Garrido aclaró que en lo referente a la enseñanza concertada impartida por la Iglesia católica, el Estado seguirá contribuyendo económicamente.
La financiación singular de los obispos · por Eugenio Piñero
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