Los socialistas rompen la unidad del tripartito, ya que I-E y Tudela Puede no participarán como concejales en el acto religioso
“Lo importante es Santa Ana, ni I-E, ni UPN, ni la bandera, ni el alcalde” “Es una estrategia de UPN que se basa en la visceralidad de la gente” “Nadie habla de religión ni de obligar a nadie a hacer nada” “Vamos a estar en la procesión de Santa Ana para defender la laicidad”
El concejal del PSN José Ángel Andrés representará a la corporación municipal en la procesión de Santa Ana como teniente de alcalde y máxima autoridad de Tudela después de que su partido apoyara la moción que presentó ayer UPN por la que quería exigir la presencia de la corporación en este acto religioso del próximo 26 de julio. Esta moción se enmarcaba dentro del respaldo al borrador de un protocolo en el que se señalaba que los concejales debían asistir a la procesión de la patrona de Tudela y a la del Día del Ángel y, caso de no hacerlo, “debían excusar su presencia”. Finalmente no se aprobó ni este protocolo ni la necesidad de su elaboración pero PSN, PPN y UPN sí respaldaron “la salida de la corporación de los miembros de este Ayuntamiento en la procesión de Santa Ana con pendón, veneras y vara de mando”.
Dado que I-E, con el alcalde Eneko Larrarte a la cabeza, y Tudela Puede se negaron a estar presentes como ediles en defensa de los “derechos fundamentales, la separación iglesia-Estado y la libertad religiosa”, el alcalde (que señaló que acudirá “como siempre lo he hecho con la comparsa de gigantes”) delegó la representación en el concejal socialista José Ángel Andrés. Tudela Puede y la CUP también se opusieron.
El portavoz de UPN, Carlos Moreno, señaló que la moción en la que se quería decidir que la corporación debía esta presente en una procesión “ni habla de religión ni de obligatoriedad de asistencia”.
EN CONTRA “Analizaremos jurídicamente con más tiempo si la obligatoriedad de asistencia que pretende UPN menoscaba nuestros derechos”. Con estas palabras concluyó el alcalde Eneko Larrarte su intervención en la que hizo hincapié en que los concejales de su grupo (I-E) tienen libertad para asistir como ciudadanos a la procesión de Santa Ana. “Necesitamos profundizar en la separación de lo que es una institución civil de las religiosas. Tudela tiene sus más hondas raíces en la pluralidad y es necesario que representemos a todos los vecinos; a todos, religiosos y no religiosos”, señaló Larrarte. En su intervención, acusó a UPN de “usar la devoción de la gente con intenciones políticas y eso es una irresponsabilidad absoluta y para ello se han servido también de las redes sociales. Que cada uno viva la fiesta como quiera, con respeto y libertad. Lo importante es Santa Ana, ni el alcalde, ni la bandera, ni I-E, ni UPN”. Por último, presentar esta moción a dos días de las fiestas responde, a su juicio, a “una intención política de crispar las fiestas, algo en lo que no vamos a entrar por el respeto que tenemos a los devotos y a la propia patrona. Han tenido 13 meses para presentarlo”.
En términos muy similares se pronunció Daniel López (Tudela Puede) que acusó a los regionalistas de “querer generar una crispación que no necesita la sociedad y es reflejo de la oposición irresponsable que está haciendo UPN”. Además defendió su postura como una manera de profundizar en la laicidad del Estado. “Hablan de falta de apoyo institucional y es falso, los concejales van pero como ciudadanos. Una cosa es respetar las creencias y otra participar como corporación cuando el Ayuntamiento no debería hacerlo. La confesión religiosa entra en el ámbito privado de las libertades individuales”.
Por la CUP, Gustavo Gil anunció que “si sale aprobada ya digo que no iré como edil, iré como tudelano, algo que llevo haciendo toda la vida. Es una estrategia de UPN que se está basando en la visceralidad del sentimiento de la gente”. Gil defendió que el Consistorio debía ser “exquisitamente neutro” en el tema de las creencias religiosas. ”Centrémonos en las cosas importantes”, concluyó.
A FAVOR Carlos Gimeno (PSN) acusó al alcalde (con el que forman equipo de gobierno) de “retirarse cuando las cosas van mal” al cederles la tenencia de alcaldía para la procesión. “Nosotros asumimos las responsabilidades que nos corresponden”. Gimeno anunció que serán los socialistas quienes presidan la procesión porque así “defendemos el principio de laicidad” y señaló que su respaldo a la postura de UPN era porque reivindican la laicidad “como un pilar de la Democracia y la necesidad de que esté el poder civil sobre el religioso”, una decisión “que parte de un proceso de reflexión”. Así, el PSN acompañará a la procesión, al obispo y a la imagen de Santa Ana para defender la laicidad y porque el “arraigo popular de la misa y la procesión trasciende el hecho religioso y aglutina a toda la ciudadanía al margen de creencias”.
Desde el PPN defendieron la necesidad de la elaboración de un protocolo “al margen de los gobiernos de turno” porque ello “favorece al convivencia” y recordó que “representamos a toda la ciudadanía” y señaló que “no se habla de obligar de ninguna manera”. Su portavoz, Irene Royo, acusó a Larrarte de prohibir sacar la bandera en la procesión del pasado año, algo que negó el primer edil.
Por último, desde UPN, Carlos Moreno dijo estar sorprendido porque al hablar de que se aprobara la presencia de la corporación en las procesiones (y tener que excusar de forma justificada cualquier ausencia) se hiciera referencia a la “religión” y a la “obligatoriedad”. “¡Qué profundos se han puesto, en ningún momento se ha hablado de religión ni de obligar!”, indicó y añadió que el reglamento propuesto “abarca muchas más cosas” aunque como “actos institucionales” solo se habla de dos procesiones. “Nadie obliga a nadie a acudir a ningún lado”, apuntó si bien desde UPN Tudela se ha recriminado en las redes sociales a los ediles por no estar presentes en los actos religiosos.