La dirección del PSC ha aprobado esta mañana la postura oficial del partido sobre el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a las diferentes confesiones religiosas, pero dejará libertad a sus alcaldes para que la apliquen. El posicionamiento de los socialistas catalanes es que los ayuntamientos recauden el impuesto a todos los inmuebles, excepto a los centros de culto y a los centros sociales que cumplan una función de primera necesidad. Sería el caso de un comedor social o un albergue, mientras que, por ejemplo, un aparcamiento propiedad de la Iglesia estaría sujeto al pago del impuesto
Cada ayuntamiento socialista podrá actuar, por tanto, con el criterio que considere más apropiado. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, anunció hace unos días que no pensaba empezar a cobrar el IBI a la Iglesia porque no lo consideraba una solución para mejorar las finanzas locales. Ros, que acude cada día a misa, se ha mostrado esta mañana satisfecho con el acuerdo adoptado por el partido.
El posicionamiento del PSC difiere del que ha adoptado el partido hermano del PSOE. Los socialistas liderados por Alfredo Pérez Rubalcaba han optado por aprobar mociones en los más de 2.500 ayuntamientos en los que gobiernan para que se elabore un censo sobre los inmuebles propiedad de la Iglesia y empezar así cobrar el IBI, excepto los centros de culto. A diferencia del PSC, el PSOE incluye también en el cobro todos los centros sociales.
En la reunión del secretariado del PSC celebrada esta mañana también se ha acordado dar apoyo a la consulta sobre los recortes sociales que promueven los sindicatos UGT y CC OO. Los socialistas catalanes habían mostrado cierto remilgo con esa iniciativa durante unos meses pero finalmente hoy se han decantado por secundarla, a falta de ver cómo se concreta.
