El gobierno municipal de Quebec estudia ampliar el proyecto de ley sobre neutralidad religiosa del Estado, obligando a los empleados de servicios públicos a someterse a la norma de “cara descubierta”. Se trata de un proyecto de ley controvertido por su falta de una clara referencia a la laicidad.
El gobierno liberal de Quebec está estudiando otorgar primacía al laicismo y al secularismo en el proyecto de ley de neutralidad religiosa del Estado. Uno de sus puntos es prohibir los velos islámicos, según publica el diario francés La Croix. El proyecto de ley se encuentra en discusión y deberá ser aprobado en otoño por el parlamento.
La neutralidad religiosa del Estado se aplicaría en los municipios, empresas de transporte público, museos, hospitales y escuelas. Con esta ley se pretende que los empleados de los servicios públicos, sobre todo las mujeres, atiendan a las personas con la cara descubierta, según ha afirmado la ministra de Justicia de Quebec, Stéphanie Vallée.
En este proyecto de ley, los funcionarios tendrán también la obligación de no portar símbolos religiosos. Sin embargo, la ley no establece que, por ejemplo, una persona que utilice un velo no podrá recibir un servicio, pues prevalecerá el principio de los acomodamientos razonables.
En cuanto a los símbolos religiosos que forman parte del patrimonio cultural de Quebec, como el crucifijo en la Asamblea Nacional, esta nueva legislación no prevé modificaciones, por lo que, en principio, se respetarán.
Los promotores de esta ley han manifestado que el texto se refiere a la neutralidad del Estado y no a la laicidad, aunque para otros sectores, está normativa está fuertemente secularizada y no es neutral.
Los sectores más radicales han exigido, por su parte, un laicismo más firme en esta legislación, señalando que la ley contiene algunas ambigüedades.
Al respecto, la ministra de Justicia ha argumentado que la ley debe respetar “la Carta Canadiense de Derechos y Libertades”, documento constitucional que garantiza la libertad de religión en el país y, por extensión, el uso de signos religiosos ostentosos.
Después del tiroteo, a finales de enero, en una mezquita en Quebec, donde un supremacista blanco mató a seis musulmanes durante la oración, el gobierno provincial había suspendido el estudio del proyecto de ley sobre la relación entre el Estado y la religión, que ahora reanuda.
El tema sigue siendo sensible a Quebec, donde en las últimas semanas, los movimientos de extrema derecha también han protestado ante la llegada de inmigrantes de Estados Unidos.
Por su parte, el alcalde de Montreal, Denis Coderre ha manifestado que este proyecto de ley no será tan sencillo de aplicar. De hecho, según recogen los diarios canadienses, Coderre se niega a obligar a los empleados municipales a respetar el reglamento una vez se haya aprobado.
Sin embargo, el alcalde Montreal sí apoya la necesidad de tener el rostro descubierto cuando los empleados presten servicios al público.