Es preciso aclarar que si bien ha aumentado el número absoluto de contribuyentes que marcan la X de la iglesia (+51.658) y la cantidad recaudada (+11.626.046) el porcentaje de contribuyentes se ha reducido, pasando del 33,54 al 33,30.
La Conferencia Episcopal Española ha presenta los datos de la asignación tributaria registrados a favor de la Iglesia católica en la Declaración de la Renta realizada en la primavera de 2018, correspondiente al ejercicio económico del año anterior.
En dicha declaración la cantidad destinada por los contribuyentes a la Iglesia católica aumenta en 11.626.046 euros y alcanza los 267.834.192 millones de euros, lo que supone un incremento del 4,4 % con respecto al año anterior. Se trata de la cifra más alta desde el comienzo del actual sistema de asignación tributaria en 2007.
Sin embargo, dos comunidades autónomas han caído las asignaciones a la Iglesia: Cataluña con 17.119 menos que el año anterior, marcando tan sólo esta casilla el 18,50% de los contribuyentes catalanes. Esta es la cifra más baja de España, seguida tan sólo por Guipuzcoa (20,18%).
No obstante, hay que destacar que las provincias que más contribuyen a la asignación a la Iglesia en números absolutos son Madrid, Barcelona, Valencia, Vizcaya, Sevilla, Murcia y Málaga. En relación al año anterior, los contribuyentes que más han aumentado esta aportación a la Iglesia han sido los de Madrid (+3.817.775 €), Barcelona(+675.473 €) y Sevilla (+604.091 €).
La opinión de las diócesis catalanas
Religión Confidencial se ha puesto en contacto con varias diócesis catalanas para pulsar su opinión al respecto. Así, en el Arzobispado de Barcelona consideran que «la caída de asignaciones a la Iglesia en el conjunto de diócesis con sede en Cataluña se debe principalmente al creciente proceso de secularización que afecta este territorio. Esta tendencia se viene observando desde hace años. Con todo, la aportación media por católico en la diócesis de Barcelona sigue estando por encima de la media española», afirman a este Confidencial.
Por su parte, el Obispado de Vic no ha querido pronunciarse al respecto. «Gracias por contactar al Obispado de Vic, pero no podemos valorar el descenso, porque no lo consideramos lo suficientemente significativo ni podemos conocer los motivos concretos. En toco caso, desde el Obispado de Vic, agradecemos el apoyo de tantísimas personas creyentes y no creyentes que confían en la labor pastoral de la Iglesia», apuntan a RC.
«Consecuencia y causa del nacionalismo»
Para sectores católicos catalanes, el nacionalismo y el procés son claramente «consecuencia y causa» de la pérdida de fe en Cataluña y, por lo tanto, un motivo por el que haya disminuido la aportación a la Iglesia a través de la X del IRPF. Jóvenes católicos catalanes recuerdan a este Confidencial que en aquellas zonas donde el independentismo es más fuerte «también lo es el secularismo más radical, un rechazo a la expresión pública de lo católico».
Estas mismas fuentes argumenta que el nacionalismo es como una «idolatría», que convierte a la nación en algo por lo que vivir y morir a falta de grandes ideales. «Sustituye a Dios por el nacionalismo», comentan
En su opinión, el manifiesto de los 400 religiosos defendiendo el referéndum del 1 de octubre, hizo mucho daño a los no separatistas, fueran católicos o no. «Quisiera ver a algún monje defender la fe con la misma vehemencia con que defiende la libertad catalana para decidir sobre su futuro», dicen estos jóvenes.
Consideran así mismo que el nacionalismo «sin duda, ha afectado a que muchas personas no hayan puesto la X a favor de la Iglesia en su declaración de la renta» y opinan que en algunos momentos, «la jerarquía de la Iglesia catalana ha sido tibia cuando no cómplice con el nacionalismo. Ha entrado en ese miedo al que dirán. Tienen temor a que se les vincule con sectores no nacionalistas pero no les importa sentarse en la mesa de los independentista. Esta enfada a los sectores anti nacionalistas».