La misa por el centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de Chiquinquirá, ocurrida hoy 9 de julio en la Plaza de la Libertad en frente del Santuario mariano nacional colombiano, contó con la presencia del presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, su gabinete ministerial y el alcalde de Bogotá, entre otras autoridades civiles y eclesiásticas. Presidió la ceremonia el Cardenal Raymundo Damasceno Assis, Arzobispo emérito de Aparecida, Brasil, y para este momento Legado Pontificio Papal a esta ceremonia.
Hizo el saludo inicial Mons. Luis Felipe Sánchez Aponte quien agradeció la presencia del purpurado brasileño, y en esta el paternal gesto del Papa, y declaró al Cardenal Damasceno ‘Peregrino de Honor de la Reina de Colombia’. El obispo boyacense se congratuló con la presencia del Presidente y de su familia, e hizo votos para que por la intercesión de la Madre de Dios «se renueve el rostro de todos los colombianos». «Bienvenidas y bienvenidos a la casa de la Reina», saludó el Obispo.
En su saludo, el presidente Duque expresó que iba hasta el Santuario de la Virgen «esta mañana, como un peregrino». «Vengo a rendirle honor a la patrona de nuestro país«. El presidente resaltó el papel que la devoción a la Virgen de Chiquinquirá ha tenido en la historia de Colombia y concluyó sus palabras con una oración a Nuestra Señora, implorándole por el futuro de Colombia, para que ella abra al país nuevos caminos de justicia y progreso, particularmente para los más pobres y sufridos.
Tras los saludos iniciales y el inicio de la ceremonia litúrgica, el Nuncio Apostólico en Colombia, Mons. Luis Mariano Montemayor, leyó el decreto por el cual el Papa Francisco hacía como su legado a los actos conmemorativos del centenario al Cardenal Damasceno, Arzobispo emérito de Aparecida y antiguo encargado del Santuario nacional mariano brasileño.