CAMBIOS EN MUERTE DIGNA Y ENSEÑANZA LAICA
Artículo 20. Muerte digna.
Parlamento andaluz: "1. Se garantiza a todas las personas el derecho a vivir dignamente el proceso de su muerte. 2. Se reconoce el derecho a declarar la voluntad vital anticipada que deberá respetarse en los términos que establezca la ley".
Congreso: "1. Se reconoce el derecho a declarar la voluntad vital anticipada, que deberá respetarse en los términos que establezca la ley. 2. Todas las personas tienen derecho a recibir un adecuado tratamiento del dolor y cuidados paliativos integrales y a la plena dignidad en el proceso de su muerte".
Artículo 21.2. Educación laica.
Parlamento andaluz: "La enseñanza pública es laica, sin perjuicio del derecho que asiste a sus padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo a sus propias convicciones".
Congreso: "Los poderes públicos (….) garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. La enseñanza pública, conforme al carácter aconfesional del Estado, será laica. Los poderes públicos (…) tendrán en cuenta las creencias religiosas de la confesión católica y de las restantes confesiones existentes en la sociedad andaluza".
Ahora bien, todavía no hay garantías de que el PP apoye globalmente el texto. La incógnita se mantendrá, al menos, hasta el próximo martes cuando se vote el Preámbulo, en el que se alude a la realidad nacional de Andalucía y el artículo 1, en la que la definición que figura es la de nacionalidad histórica. Después de ese día, el texto pasará al pleno del Congreso y, a continuación, al Senado por lo que todavía hay tiempo para el consenso.
De nada ha servido de momento que el PSOE ofrezca fórmulas en la que prima la definición de Andalucía como nacionalidad histórica, es decir, su definición de siempre, y las alusiones constantes a la unidad de España y a la Constitución de 1978. El PP insiste en retirar las dos palabras, realidad nacional, y el PSOE, asegura que no lo hará.
La dirección nacional del PP se esforzó durante toda la jornada por convencer de que no hay diferencia de criterio con el PP andaluz y su presidente, Javier Arenas, pero la intensidad del optimismo sobre un acuerdo final es diferente. En Madrid son más escépticos.
Los ponentes del PP se aferraban ayer al trabajo de la jornada y no aventurar lo que ocurrirá hoy y el martes. Lo mismo hicieron los ponentes socialistas aunque enfatizaban en el hecho de que si ayer y previsiblemente hoy habrá acuerdos que se antojaban imposibles, por qué no los puede haber en torno a la definición de Andalucía.
En efecto, a primera hora de la mañana de ayer se produjo el acuerdo sobre la enseñanza y el derecho a una muerte digna. Con algunas precisiones, los textos han sido asumidos por el PP, con lo que su redacción resulta muy similar a la aprobada en el Estatuto de Cataluña. La explicación que dio el popular Federico Trillo de esta aceptación es que la redacción buscada a la muerte digna "no afecta al derecho fundamental de la vida", mientras que el sí a la enseñanza laica, un "plus a la aconfesionalidad" que no comparte, ha quedado "impecable". Algunos diputados populares se alarmaron cuando leyeron que iban a votar a favor de ese texto en el que aparecía la palabra laica, unas "suspicacias", como reconoció Soraya Sáenz de Santamaría, que la diputada popular tuvo que combatir con argumentos jurídicos. Este artículo es un auténtico oxímoron, en el que se dice una cosa y la contraria y del que todos han hecho una bandera ideológica.
Lo que se vivió ayer fue un clima de acuerdo, buenas palabras y buen humor, sobre todo, por parte del presidente de la Comisión Constitucional, Alfonso Guerra. Nada que ver con el tono desabrido y a cara de perro de las sesiones en el Parlamento andaluz o en el pleno de toma en consideración de la propuesta de reforma en el Congreso de los Diputados.
Esos deseos de consenso se expresaron en las votaciones. PSOE, PP e IU, tanto las delegaciones del Congreso como del Parlamento andaluz, votaron juntos los títulos Preliminar, de Derechos Sociales, Competencias, Organización Territorial, Organización Institucional y Justicia, donde el PP mantuvo su rechazo a la creación del consejo de justicia de Andalucía. De los 152 artículos votados, el PP votó no sólo a una docena.
Todos los ponentes pronunciaron palabras que aventuraban un final feliz, sobre todo, los socialistas y los populares: "Hoy el Estatuto es algo más de todos que el que empezó", Javier Torres Vela (PSOE); el Estatuto "busca el consenso y la senda constitucional", dijo Federico Trillo (PP); "el terreno del consenso es ya un camino irreversible", vaticinó Ramón Jáuregui. De este ambiente de incienso se desmarcó IU, pero no porque no lo vea posible, sino para reprocharle al PP su cambio de actitud: "Se les ha roto la línea política e ideológica con respecto a los Estatutos", aseguró Concha Caballero (IU).
Hoy el acuerdo PSOE, PP e IU se estrechará aún más, pero su sentencia definitiva depende de dos palabras: realidad nacional.