«Todas la religiones tienen grupos fundamentalistas. Todas. Nosotros también. Y desde ahí destruyen, desde su fundamentalismo», asegura el Pontífice en una entrevista en español concedida hace dos semanas al semanal católico de Bélgica ‘Tertio’ y difundida este miércoles 7 de diciembre por el Vaticano.
En este sentido, el Papa reconoce que «se usan deformaciones religiosas» para justificar la violencia cuando lo religioso es en realidad «amor, unidad, respeto y diálogo».
Por otro lado, sobre la intención de algunos de reservar la religión para la vida privada, Francisco señala que es «una postura anticuada». «Esta es la herencia que nos dejó la Ilustración, ¿no es cierto? Donde todo hecho religioso es una subcultura», apunta.
En cualquier caso, precisa que es diferente el laicismo y la laicidad y defiende que «el Estado laico es mejor que un estado confesional, porque los estados confesionales terminan mal».
Asimismo, el Pontífice pide a los medios de comunicación que sean «muy limpios y muy transparentes» y que no caigan «en la enfermedad de la coprofilia: que es buscar siempre comunicar el escándalo, comunicar las cosas feas, aunque sean verdad».
Por otra parte, el Papa alerta de la guerra como una forma de hacer «riqueza fácil». «Hay una teoría económica que yo nunca traté de constatar, pero la he leído en varios libros: que en la historia de la humanidad, cuando un Estado encontraba que sus balances no andaban, hacían una guerra y ponían en equilibrio sus balances. Es decir, es una de las formas de hacer riqueza más fáciles. Claro, el precio es muy caro: sangre», advierte.