Tras unas semanas que el Vaticano ha vivido como un asedio, el Papa firmará hoy –y hará pública mañana– una pastoral dirigida no a todos los católicos, sino solo a los de Irlanda, sobre todo a los de la diócesis de Dublín, una de las más afectadas por los abusos sexuales de menores (300 casos a manos de 46 eclesiásticos en 30 años).
La carta no terminará con el conflicto a raíz del alud de casos de abusos en todo el mundo, que llevan directamente al debate sobre un cambio en el celibato de los sacerdotes de la Iglesia de Roma, obligatorio por ley.
El contenido de la misiva papal a los católicos se ignora, pero seguramente incluirá las palabras "sufrimiento", "amargura", "renovación" y el concepto de "tolerancia cero". Comprenderá también indicaciones sobre cómo comportarse cuando un eclesiástico se manche con el "pecado más grave".