Uno de los hombres de confianza de Francisco fue designado prelado del IOR
En su primera intervención directa en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco del Vaticano , Francisco designó a monseñor Battista Mario Salvatore Ricca, uno de sus hombres de confianza, como nuevo "prelado" de esa institución.
Se trata de un cargo importante en el IOR, que en los últimos años estuvo en el centro de escándalos por operaciones financieras sospechosas y que todo el mundo espera que Francisco reforme drásticamente .
Ricca, de 57 años, es director de Santa Marta, la residencia donde decidió quedarse a vivir el papa argentino, a quien se lo considera muy cercano. Según indicó un comunicado del Vaticano, Ricca pasará a ser prelado ad intermin del IOR, cargo que hasta 2010 ocupó monseñor Piero Pioppo, actualmente nuncio en Camerún y Guinea Ecuatorial.
Según algunos analistas, es el primer paso del Papa para reformar el IOR, un banco con pésima reputación debido a las sospechas de reciclaje de dinero, existencia de cuentas cifradas, problemas con las normas internacionales antilavado e incluso bajo investigación de parte de fiscales italianos por operaciones financieras ilícitas.
En un comunicado, la Santa Sede indicó que Ricca fue nombrado por la comisión cardenalicia que supervisa el IOR "con la aprobación del Santo Padre".
Ése es un detalle importante ya que indica quién tomó la decisión concretamente, destacaron analistas.
"El hecho de que se trate de una designación ad interim podría significar que en el futuro se prevén reformas y reestructuraciones del banco vaticano", escribió el experto Andrea Tornielli en Vatican Insider.
"La designación de urgencia de un prelado que goza de la personal estima y confianza de Francisco hace evidente que no todo es tan pacífico en el IOR, pese a la cascada de entrevistas concedidas por el actual presidente Ernst von Freyberg y el director Paolo Cipriani, afirmando que no existen cuentas secretas y que todo es transparente", agregó. Von Freyberg fue designado presidente del banco vaticano después de la renuncia de Benedicto XVI, pero antes de la elección de Jorge Bergoglio.
En una entrevista con LA NACION hace algunas semanas, Von Freyberg admitió que la mala imagen del IOR "daña el mensaje del Papa" y anunció que contrató a una firma experta en lucha contra el lavado de dinero para que controle las cuentas del instituto. Reveló, por otra parte, que durante 2013 habían detectado siete transacciones sospechosas en cinco meses y aseguró que nunca se reunió con Francisco para hablar del IOR.
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