Hoy, viernes 30 de marzo, coincidiendo con el último día de clase del trimestre, el CEIP Pintor Félix Revello de Toro en Málaga ha realizado una procesión escolar de semana santa durante el horario lectivo, convirtiendo la mañana de este viernes en una celebrción religiosa y confesional, algo que debe queda fuera de una escuela que es para todos y que nunca debe adoctrinar, como se hace con este tipo de actividades. Menudo escándalo si ayer jueves, ese mismo alumnado hubiese participado en las manifestaciones de la huelga general, que también es un hecho histórico, cultural, tal y como tratan de justificar estas procesiones escolares.
La actividad había sido preparada por una maestra que por sus creencias religiosas se ha considerado en el derecho a realizar esta actividad como si de un trabajo escolar se tratara. Es cierto que muchas madres y padres han aceptado que sus hijos hayan perdido horas en tales preparativos, vulnerando el derecho a la educación racional y científica propia de una escuela pública, que además en Andalucía, el Estatuto proclama que debe ser laica. Esas madres y padres debieran ser los primeros en oponerse a ese adoctrinamiento religioso y a que la escuela ceda sus horas de formación en practicas confesionales. Pero a pesar de ello, la Administración está obligada al cumplimiento de la ley y a que se respete la conciencia de los menores que acuden a la escuela.
Los hechos han sido denuncidos ante la Consejería de Educación que mantiene una actitud totalmente permisiva con estas actividades que no las considera confesionales y religiosas, sino propias de la cultura, la tradición y del folklore andaluz. Sin tener en cuenta que su componente religioso obliga a que queden confinadas al ámbito privado, si no quiere convertirse en centro público en un lugar de proselitismo de una creencia particular y de adoctrinamiento. Además estas actividades si participa todo el alumnado, vulnera la libertad de conciencia de quines no practican esa religión; y si se separa a quienes no dan clase de religión católica, se realiza una discriminación ante un acto general que utiliza todo el recinto escolar (no el aula de religión) segregando y arrinconando en un espacio a ese grupo de alumnos y alumnas, que además pierden horas lectivas de las materias curriculares.
Además se reproducen roles contra la igualdad de género, las niñas con su mantilla, los niños con su capirote o de costaleros.
Fotos de la web del colegio: http://ceiprevellodetoro.org/
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