Bernardo Álvarez entiende quelas uniones de católicos divorciados «no son válidas»
El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, ha asegurado este miércoles que las uniones de católicos divorciados "no son válidas", al tiempo que ha cuestionado a aquellos que buscan una religión "a la carta" porque puede llevar a la "autodestrucción de la sociedad".
En 1997, la princesa de Asturias, Letizia Ortiz se casó por lo civil con el escritor y profesor de literatura Alonso Guerrero. Poco después se divorció y volvió a casarse por la Iglesia, con Felipe de Borbón. Se trataría, por extensión, de lo que el obispo de la Diócesis Nivariense interpreta como una union "no válida".
"Buscamos una religión a la carta", critica
En una entrevista publicada por el periódico El Día, indica que la forma de pensar de aquellos católicos divorciados que desean volver a casarse y que solicitan comprensión a la Iglesia "refleja la subjetividad de las personas, que nos lleva a desear que las cosas sucedan a nuestro modo y buscamos una religión a la carta". "Pero tenemos cabeza para saber que si aplicamos eso a cualquier faceta de la vida, lleva a la autodestrucción de la sociedad", añade.
Somos "centro y metro" de todas las cosas
En este sentido, el obispo tinerfeño explica que "la persona se convierte en el centro y en el metro de las cosas". "Todo tiene que estar a su medida y según le conviene. Es una mentalidad hedonista, donde el espíritu de sacrificio no está presente. El Evangelio presenta a Jesucristo como modelo para llegar a la meta. Se nota hasta en el deporte: si un futbolista quiere meter un gol y no lo logra, por subjetividad podría pedir cambiar el reglamento. Si una persona busca que la Iglesia se acomode a su situación personal, se equivoca", asegura.
"Los principios del Evangelio son estables porque son aquellos que garantizan el desarrollo pleno de las personas. Los católicos debemos defender un modelo de familia cristiana, sin dejarse llevar por el ambiente que impera", concluyeó.