El Obispado de Lleida ha decidido no buscar vocaciones del sacerdocio en otras culturas como la latinoamericana y la africana, argumentado que no llegan a convertirse en sacerdotes y no se adaptan.
"No quiero importar seminaristas. Si vienen a ayudarnos han de ser ya presbíteros ordenados", ha dicho este martes el obispo, monseñor Joan Piris, en una rueda de prensa en que ha recordado que él mismo ha visitado Cali (Colombia) para ver a los suyos y contactar con sacerdotes.
Uno de los dos seminaristas que estudian ahora en Lleida es precisamente colombiano, llegó a la ciudad porque estaba colaborando con una parroquia de un cura de Lleida, ha señalado Piris.
"Curiosamente el chico que tenemos aquí vino como seminarista. Ya tenía unos años de seminario pero estaba colaborando con una parroquia en Lleida", ha concretado.
"La opción sería: párroco sí, con la condición también de que sepa adaptarse a nuestra cultura, a nuestra lengua, a nuestra pastoral –es todo muy diferente–; pero estudiantes no", ha afirmado.
La única excepción en los estudiantes es que sean "de aquí", en palabras de Piris que ha argumentado que en Lleida hay muchas familias originarias de fuera.
"Si alguno se siente llamado, aunque sea de padres colombianos o él mismo aunque sea latinoamericano o africano, pues lo acogemos y adelante", ha señalado.
"Pero ir a buscar a seminarios de allí no porque las experiencias de otros obispados me han convencido de que eso no es bueno", ha agregado, ya que no se adaptan.
Ha recordado que el ya fallecido Martí Alanís, que fue arzobispo de la Seu d´Urgell, apostó por esta opción varios años pero después valoró que, de todo el esfuerzo económico que hizo, sólo prosperó un 10% porque muchos seminaristas no fueron sacerdotes.
Para él, la multiculturalidad ya está en Cataluña, y "no es lo mismo que ya estén aquí a que vengan de un seminario de allá; es muy diferente todo".
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