Como ya pasó el pasado miércoles en la celebración religiosa de Santa María de las Nieves, la consabida ausencia de algunas autoridades locales de Podemos, Guanyem e incluso del PSOE ayer en la solemne misa dedicada a Sant Ciriac volvió a ser protagonista.
Sí estuvieron la presidenta del Govern, Francina Armengol, y el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, así como el líder de la oposición, Vicent Serra. También acudió el delegado insular del Estado, Roger Sales, los diputados Vicente Marí Bosó y Miquel Jerez; los alcaldes de Santa Eulària y Sant Josep, Vicent Marí y Josep Ribas ‘Agustinet’ y el senador y jefe de la oposición en Sant Antoni, José Sala.
En su homilía y mientras saludaba a los representantes de las distintas administraciones, el obispo de Eivissa y Formentera citó a los alcaldes que se encontraban en el templo y saludó «a los consellers que están presentes», en clara alusión a la no comparecencia de varios representantes públicos como Rafael Ruiz y Viviana de Sans.
A lo largo del oficio, Vicente Juan Segura glosó las figuras de Sant Ciriac y de Guillem de Montgrí. Al último lo definió como «el sacerdote que recuperó la identidad cristiana» de las Pitiüses en 1235, hace 780 años. Una efeméride que invitó a festejarla «juntos y no separados».
Asimismo, el prelado pidió que «no se reniegue» de las tradiciones de Eivissa y Formentera y rememoró «las buenas relaciones» con anteriores gobernantes.
Por otro lado, Juan Segura reclamó «agua» para las Pitiüses hasta cinco veces, remarcando que «Dios ayuda a quienes están con él».
El Te Deum sirvió para finalizar una misa en la que había intervenido el Coro del Conservatorio con bellas piezas vocales.
Acto seguido, con el repicar de las campanas de la Catedral se dio inicio a la tradicional procesión de Sant Ciriac, cuya imagen descendió por Dalt Vila hasta el monumento de Guillem Montgrí, con una parada en la pequeña capilla de Sant Ciriac.
Podemos desaparece con la misa
Los consellers de Podemos, encabezados por la vicepresidenta insular Viviana de Sans, asistieron al concierto que la Banda Municipal ofreció en la plaza de la Catedral de Vila, justo antes de la misa en honor a Sant Ciriac. Los ‘podemitas’ abandonaron el lugar cuando se inició el oficio y no reaparecieron hasta que la procesión llegó al monumento de Guillem de Montgrí, donde se le haría una ofrenda floral al conquistador catalán.
Por su parte, el alcalde de Vila, Rafael Ruiz, no se dejó ver en la Catedral y se apostó en las puertas de Can Botino junto con otros compañeros socialistas como Alfonso Molina o su socio de gobierno en el consistorio, Joan Ribas (Guanyem). Al cruzarse la procesión, Francina Armengol se abalanzó a abrazarse con Ruiz.