La nueva norma ha alterado el programa del Festival de Música Antigua
Ni exaltaciones poéticas, ni fallos de premios literarios, ni conciertos de música clásica. A partir de ahora, en las iglesias de Cáceres sólo se escucharán composiciones religiosas. Los obispos de las tres diócesis extremeñas, Francisco Cerro Chaves, Santiago García Aracil y Amadeo Rodríguez Magro, han consensuado unas normas para regular los actos que pueden acoger los templos de la región. Parroquias, ermitas, catedrales y concatedrales quedan cerradas a la celebración de conciertos profanos.
El documento elaborado por los tres prelados se titula 'Normas para conciertos en los templos' y está inspirado en las directrices marcadas desde Roma. De esta forma, según el texto, «no es legítimo programar en un templo la interpretación de una música que no es de inspiración religiosa y que ha sido compuesta para ser interpretada en contextos profanos determinados, ya se trate de música clásica ya de música contemporánea, de alto nivel o de carácter popular. Este tipo de música no estaría de acuerdo con el carácter sagrado del templo, ni tampoco con la misma obra musical, que se hallaría interpretada en un contexto que no le es propio».
Los autores de la normativa consideran que «constituye un deber de la autoridad eclesiástica velar por el sentido y la recta utilización de los lugares sagrados, y en consecuencia regular el uso de los templos, salvaguardando su carácter sacro».
La normativa, en vigor desde el mes de junio, ha alterado el programa del recién concluido Festival de Música Antigua Iberoamérica, que se ha desarrollado en la ciudad del 2 al 12 de octubre. Según explica la directora del certamen, Pilar Barrios, el concierto programado en la Concatedral de Santa María tuvo que trasladarse a la Preciosa Sangre. «Se trataba de música instrumental», detalla Barrios. Sí se pudieron celebrar, en cambio, las actuaciones previstas en la iglesia de San Mateo y en la de Santiago por su carácter religioso.
La alternativa
Explica José Antonio Fuentes, deán de la Concatedral, que todos los actos que a partir de ahora no pueda acoger Santa María serán desviados a la Preciosa Sangre, como ocurrió con el concierto de música instrumental. La normativa, de hecho, contempla esta opción. «Se puede destinar un templo que ya no se utiliza para el culto como auditórium para la interpretación de música sagrada o religiosa, incluso para interpretaciones musicales profanas, siempre y cuando no desdigan del carácter sagrado del lugar», especifica el texto.
Las nuevas directrices del Obispado no afectan, sin embargo, a certámenes como el del canto y la música en Semana Santa, que organizan desde hace 21 años en Santa María la Asociación Musical Cacereña, el Cabildo Catedralicio de Coria-Cáceres, Paquita García y la peña 'Amigos del Flamenco' de Extremadura.
