Las imágenes muestran al párroco mientras practica sexo oral con un joven junto a un camino, aunque el sacerdote sostiene que se trata de un montaje
«Los pecados no pueden tener vacaciones. Es imposible porque el demonio no descansa nunca. Como dice el apóstol Santiago: 'El demonio ronda como un león rugiente, buscando a quien devorar'. Lo que tiene que hacer el hombre es apoyarse en Jesucristo». Francisco Javier Ruiz, entonces párroco de la pedanía murciana de Churra, demostró hace cinco años, con motivo de una entrevista publicada por 'La Verdad', que conocía perfectamente la teoría del pecado y la forma de evitarlo. Ahora ha quedado de manifiesto que lo que no parece dominar demasiado bien es la práctica.
Ayer por la tarde se convirtió en expárroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, una vez que el Obispado constató no solo que se había dejado vencer supuestamente por las tentaciones del Maligno -en este caso, tentaciones carnales-, sino que además había quedado constancia gráfica del asunto. Su destitución fue fulminante.
Los problemas para Francisco Javier Ruiz comenzaron mediada la mañana, cuando en foros y redes sociales de internet comenzaron a difundirse fotos y un vídeo en el que se le veía practicando sexo oral con un joven. La escena había sido registrada por un aficionado a la bici de montaña, que estaba recorriendo el Coto Cuadros, junto a la carretera de Santomera a Fortuna, cuando se topó con el sacerdote y su compañero de juegos. No le fue difícil sorprenderlos en pleno acto sexual, toda vez que ambos se encontraban a un par de metros del camino y a la vista de todo aquél que acertara a pasar por ese paraje.
Se da la circunstancia de que el Coto Cuadros es un lugar habitual de 'cruising', esto es, de prácticas sexuales al aire libre y entre desconocidos.
«Es un montaje»
Cuando este periódico tuvo constancia de la existencia de esas imágenes se puso en contacto con el párroco de Churra. «Yo nunca he estado en la finca de Los Cuadros ni me reconozco en esas imágenes que me está describiendo. Debe tratarse de un montaje. Lo que deben hacer es destruir ese material, porque si trasciende va a montarse un escándalo», aconsejó al periodista.
Los temores del sacerdote no tardaron en verse confirmados. En pocas horas, las imágenes se propagaron por las redes sociales a gran velocidad, hasta el extremo de que en Twitter se convirtieron en 'trending topic' (uno de los diez asuntos más comentados en toda España), con miles de mensajes alusivos a la 'pillada' sufrida por el párroco.
Fuentes próximas al Obispado indicaron que Francisco Javier Ruiz fue llamado, hacia el mediodía, para que ofreciera explicaciones acerca de ese asunto. Y aunque no ha trascendido si insistió en que las imágenes respondían a un montaje, lo cierto es que poco tiempo después la Diócesis de Cartagena emitía un comunicado, brevísimo, informando de su destitución como párroco de Churra.
Una misa amarga
Sobre las ocho de la tarde, justo antes de comenzar la misa de cada día en la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, se percibía un ambiente mucho más que triste, amargo, en los alrededores del templo. Allí se encontraban los padres de Francisco Javier, junto a las feligresas habituales de misa de ocho. Y nadie daba crédito a lo sucedido.
Sentada en uno de los primeros bancos de la iglesia, la madre del ya expárroco le contaba a sus amigas las circunstancias en las que se enteró de la noticia. «Nos llamaron por teléfono a mediodía, y nos dijeron lo que estaba pasando», relataba la mujer entre lágrimas y sollozos. Sus amigas la acompañaban en esos momentos de gran pesar y la agarraban por los hombros, tratando de consolarla: «Todos vosotros tenéis nuestro apoyo. Estamos a vuestro lado; no estáis solos en esto».
«Una persona ejemplar»
Francisco Torralba, un vecino de Churra, era de los pocos hombres que habían acudido a la eucaristía y a su llegada a la parroquia aseguraba que nada conocía sobre esa noticia. «El párroco siempre ha sido un hombre muy honrado. No sabía nada de lo sucedido. Me extraña muchísimo», señalaba a este periódico instantes más tarde, con gesto sorprendido. Y añadía que Francisco es un sacerdote «intachable» y «ejemplar».
Su mujer, Isabel, otra de las feligresas que también acudió ayer por la tarde a oír misa, confirmaba que «Francisco Javier es una persona que siempre está en lo suyo, que no se mete con nadie y que ha ayudado a muchísima gente durante el tiempo que ha sido párroco. No se merece que lo traten así. Es todo un montaje de ésos que se hacen con el ordenador».
Allí todo el mundo tenía claro que el sacerdote no podía haber sido sorprendido en tal tesitura. «¡Todo es mentira! La envidia es muy mala y alguien ha querido hacerle daño a Francisco Javier y a su familia», sostenía otra anciana con gesto de resignación.
Entre los fieles se encontraba también la mujer del alcalde pedáneo, que afirmó a este periódico que «es imposible que esto esté pasando». El ambiente estaba muy cargado, pero el rostro más preocupante era, con diferencia, el de los padres de Francisco Javier.
La misa de las ocho fue oficiada por el vicario episcopal Antonio Ballester, nuevo párroco de Churra. Muchas de las personas que asistieron a la eucaristía, en su mayoría de edad avanzada, se enteraron de lo ocurrido en la misma iglesia.
Según se comentaba en la pedanía, el párroco se desplazó por la tarde hasta la Comisaría de Policía para denunciar el supuesto montaje del vídeo de Coto Cuadros.
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